Una carta para Uenoyama || Given

Hiiragi

La letra de la canción que Yuki había comenzado era muy clara, sin embargo, no podía descifrar por completo ni tan fácilmente su mensaje. No podía evitar sentir que los celos me trepaban por todo el cuerpo hasta la punta del cabello. Esa maldita canción era como una carta de amor.

Claro. No es que me molestara que Mafuyu tuviera un pasado y hubiera estado enamorado antes, lo que me molestaba era que yo, su novio, su actual, tenía que terminar de escribir la carta de amor de su ex, SU EX.

Evidentemente ese Yuki y yo lo único que tenemos en común es Mafuyu, porque aparte de eso dudo mucho que existiera otra cosa que nos hiciera similares.

— ¡Heeeey! —dijo Hiiragi entrando al estudio. Traía mucha energía al parecer.

—Ey.

—Hmm, ¿y esa cara? —preguntó.

—No es nada —la mentira.

Hace unos días había decidido seguir el consejo de Yayoi y trataría de entender a Yuki mejor que nadie, y para lograrlo debía escarbar en cada pequeño rincón.

—Hiiragi —lo llamé—, ¿puedo preguntarte algo?

—Si es sobre Mafuyu claro, lo sé todo.

Me irritaba demasiado. —En realidad quiero preguntarte sobre Yuki.

Se me quedó mirando sin decir nada para después bajar su mochila al suelo. — ¿Qué quieres saber?

— ¿Cómo se conocieron? Sé que son amigos de la infancia.

—Éramos muy pequeños e íbamos a la misma escuela, además vivíamos cerca, entonces salíamos mucho a jugar juntos.

—No puedo imaginarte jugando con ese temperamento tan amargado que tienes.

Refunfuñó y me dio un codazo al sentarse junto a mí. —Con la gente que me agrada no soy como lo soy contigo.

Ese último comentario ni siquiera me causó ruido. Lo único que podía pensar era en que Yuki compartió seguramente más de la mitad de su vida con Mafuyu.

—¿Y cómo era? Me refiero a Yuki.

—Ah —suspiró—, era una persona muy alegre y cool. Le caía bien a todo el mundo porque tenía ese tipo de personalidad que hace clic con cualquier persona.

—Hmm, ¿y si era tan agradable por qué era tu amigo?

Inmediatamente después de eso me dio un codazo.

— ¿Lo extrañas? —pregunté.

Se quedó en silencio por un rato. —Haces muchas preguntas. ¿Para qué quieres saber? Él ya no está aquí.

—Por eso mismo.

—Todos lo extrañamos aunque nadie diga nada. Crecimos con él, nos acostumbramos a él. Era normal ir a la escuela o a ensayar y verlo. ¡Claro que lo extrañamos! Además...

Antes de que pudiera seguir, Shizusumi llegó, por lo que Hiiragi guardó silencio. —Hola —saludó.

—Hey —respondí.

— ¿Cómo vas con la letra? —preguntó Shizusumi.

—Agh, está siendo muy difícil.

—Tenemos otros demos de las canciones hechas por Yuki, puedo enviartelos si quieres.

—Eso me ayudaría bastante.

Shizusumi comenzó a enviarme las canciones desde su teléfono. Creo que había notado que Hiiragi y yo comenzábamos a tener una discusión, pero eso era muy frecuente entre nosotros, así que no creía que sospechara de qué estábamos hablando.

Ese ensayo fue estúpidamente incómodo. Hiiragi y yo no parábamos de tocar a contratiempo, de perder el ritmo fácilmente. Shizusumi sólo nos observaba esperando a que comenzáramos en serio y por mucho que intentábamos no nos salía.

Terminamos el ensayo y cada uno regresó a casa. En el camino fui revisando las canciones que Shizusumi me envió. Eran muchos más demos de los que pensaba. Algunos tenían de nombre "Demo 1", "Demo x", etcétera, pero había otros cuantos que sí tenían un título: "Noche nublada", "Último aliento" y... "El siguiente verano".

"El siguiente verano"...