Una carta para Uenoyama || Given

Shizusumi

— ¡Uenoyama! —escuché mi nombre a lo lejos y al voltear pude ver que se trataba de Shizusumi acercándose a mí.

—Hola —le dije.

—Hiiragi me avisó que llegará un poco tarde al ensayo.

—Agggh, ese estúpido.

—De todas formas nosotros debemos de llegar.

—Sí, está bien.

En el camino hacia el lugar donde ensayábamos, me entró la curiosidad de nuevo. Hiiragi parecía tenerle mucho aprecio a Yuki, y claro que eso lo entendía, sin embargo, Shizusumi se mantenía un poco más reservado respecto al tema. Él nunca lo mencionaba, pero no sabía cuál era la causa de su silencio.

—Uhm, Shizusumi —lo llamé—, ¿puedo preguntarte algo?

—Es sobre Yuki, ¿no es así?

Asentí con la cabeza. Sus expresiones eran muy difíciles de leer y no podía descifrar si hablar de Yuki le molestaba o no. —Si no quieres, no tenemos que...

—Está bien. Sé que Hiiragi y tú hablaron de él y probablemente tienes dudas.

—A-ah...

—Sea lo que sea que quieras preguntar, debes saber que por mucho que lo mencionemos, él ya no está aquí.

Seguimos caminando en silencio un par de minutos después de eso. Esa era otra respuesta críptica que no podía descifrar. ¿Estaba molesto por hablar de él? ¿Qué se suponía que debía preguntarle ahora?

—Aunque no lo pareciera —comenzó a hablar—, Yuki se guardaba muchas cosas. Él nunca decía nada cuando se sentía triste o enojado, siempre se esforzaba por verse feliz, principalmente por Mafuyu.

—Oh...

—Era ridículo lo mucho que la gente creía que él estaba bien, pero no había manera de ayudarlo, porque por mucho que yo me diese cuenta, él sólo se dejaba llevar por Mafuyu. Por él y por nadie más. Recuerdo una vez muy específica cuando Hiiragi regresó de la escuela bastante raro, le pregunté qué sucedía pero no me quiso responder. Poco después, el mismo Yuki me dijo que Hiiragi los vio, y que no habían hablado del tema todavía, pero que Mafuyu y él querían estar juntos.

— ¿Hiiragi estaba...?

—No lo sé —me interrumpió—, pero Mafuyu también sabía que Hiiragi lo notó. Ellos nunca dijeron nada directamente, pero Yuki de manera accidental siempre dejaba pistas de cómo iban las cosas. Al parecer siempre quiso decir muchas cosas que al final no pudo decir, o al menos eso creo yo, porque no sé si se lo dijo a Mafuyu.

— ¿Mafuyu sabía que Yuki no estaba bien?

—Probablemente no, porque Yuki nunca lo quiso preocupar. Mafuyu alguna vez me contó que Yuki en una ocasión le dijo que lo olvidaría a él y a ese recuerdo que tenían de su cita en la playa, y que no entendía por qué se lo había dicho, pero que tenía un mal presentimiento. No mucho después fue cuando Yuki se suicidó. Quizás se estaba despidiendo sin decirle directamente.

En ese momento me sentí enojado. Yuki no tenía ni la más mínima idea de cuánto estaba rompiendo a Mafuyu en ese momento y cuán roto lo había dejado después de su muerte. Fueron amigos desde la infancia y en todos esos años jamás logró pedirle ayuda apropiadamente. Yuki sabía que Mafuyu tampoco era bueno expresándose y aún así le dejó la carga de no haberlo entendido.

Recordé una de mis primeras peleas con Mafuyu, la cuál ocurrió después de una de las clases complementarias de japonés en la escuela: me sentía frustrado y enojado porque Mafuyu se la había pasado todo el tiempo con Kaji-san y parecía que ignoraba mis mensajes. Su rostro de desesperación al pedirme que habláramos en ese momento para arreglar las cosas ahora me hacía mucho más sentido.

Mafuyu no quería que me guardara las cosas como lo hizo Yuki. Él no quería que yo estuviera enojado y no se lo hiciera saber, o que no le dijera los motivos.

Mafuyu no quería sentirse inútil.

Y a pesar de todo lo que Yuki se guardó y se "esforzó" en no preocuparlo, él simplemente... lo abandonó.

—Uenoyama —dijo Shizusumi y yo lo miré—. Detente.

— ¿Qué?

—Sé lo que estás pensando. "Yuki sólo afectó más a Mafuyu ocultando todo", y tienes razón, pero Yuki ya no está. Mafuyu está ahora contigo y tú debes detener ese sentimiento de inferioridad.

— ¿De qué hablas?

—Hiiragi me lo ha dicho y tu cara es muy obvia, pero Yuki y tú son diferentes personas. Él ya no está, grábatelo bien. No hay nada que podamos hacer para cambiar ese hecho, y si tú ahora estás aquí con nosotros es por algo, y ese algo es Mafuyu, porque él quiso estar contigo, no importa cuántas vueltas le des al asunto.

—Aunque no lo quiera, es difícil no sentirme como el reemplazo.

—No hay manera de que lo seas. Yuki y tú no se parecen en nada. Sé que no lo conociste, pero ya deberías ir darte cuenta de eso.

Antes de llegar a la entrada del lugar, me detuve. Sin duda, Shizusumi me había hecho entender a Yuki mejor que nadie. Pero aún me faltaba entender un poco más.