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-Interrumpo algo? -le hecho un vistazo a la habitación vacía-.
-N-no, está todo bien -sonreí de lado-.
-Bien, -cerro la puerta y paso- ví que Mozzie estaba algo enfado...
-Eso no es de lo que visite a hablar, -dije cortándola- que pasó con Neal?.
-Oh... Tienes razón, lo siento... Neal... El se ha puesto un poco terco...
-Nada fuera de lo normal -bufé-.
-Lo se, pero al final lo he "convencido"... O algo parecido.
-Bien, cuando viene? -me senté en una silla de la mesa-.
-Eh... -miramos a la vez la puerta, Neal estaba ahí- Te dije que esperarás! -se acercó a la puerta y lo empujo, yo simplemente me quedé estática, congelada, inmóvil...-.
-No me digas nada Kate, estuve esperando lo suficiente -discutian-.
-Ella no lo sabía, no puedes solamente hacer lo que quieras.
-Pase más de media hora escondido, no podía esperar más, alguien me iba a ver, es esto ridículo -abrió la puerta y me miro-.
-Miras, está en shock, por eso tenías que esperar! Eres un estafador experto y no puedes hacer nada.
-Simplemente me quedé en shock, no podía hablar, mire a Kate- El... Está aquí... -dije incrédula-.
-Si... Yo... Lo siento, no me dió tiempo de decírtelo.
-Ella sabía que iba a venir!.
-Pero no que ya estabas aquí!.
-Desvie la mirada y me levanté- Está es tu casa... Puedes llegar cuando quieras, -dije ausente, camine al armario- bienvenido...
-Espera...
-Dejala, -lo detuvo Kate- déjala sola.
-Que sabes sobre ella? Nada -entre al armario y cerré con seguro-.
-Lo que se es que ella te ama más de lo que ella misma sabe, te perdió más de una vez, estaba resignada a no volverte a ver, no puedes llegar a su vida y esperar que ella se alegre de verte, -la mirada entre ambos era tan intensa, podían salir chispas- eso es lo que yo sé.
-Como estás segura? -camino al armario y lo intento abrir- Abre...
-Yo ya hice lo que sabía que tenía que hacer, -se acercó al gran balcón, en este las cortinas siempre estaban recorridas, ella las soltó- solo recuerda que no deben verte -se giro y cerró la puerta-.
-Neal analizo la situación unos segundos, luego camino al vidrio doble, un vidrio que desde adentro del armario se podía ver lo que pasaba del otro lado- Por favor -dijo suave, sentí dolor-.

Cerré los ojos, tome una maleta, metí todas mis cosas, Neal me hablaba desde el otro lado, cuando termine mire por el espejo, el estaba sentado en una silla, estaba pasando una mano por su pelo, estaba notablemente un poco más pálido, una barba recién afeitada, el largo de su cabello era un poco más de lo normal, se veía un poco cansado, pero seguía teniendo un toque de sexy.

Puntos Suspensivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora