En fragmentos del viaje me quedaba dormida, luego despertaba. Uno de esos fragmentos fue al llegar a la oficina, una mano tocó mi hombro, luego escuché mi nombre en un susurró, abrí los ojos y estaba Ian.
-Quien te autorizó para hablarme por mi nombre -me tallé los ojos-.
-No despertabas... No sabía cómo llamarte -pasó una mano por mi cabello-.
-No lo vuelvas a hacer -lo miré de reojo mientras bajaba del auto-.Una brisa de aire frío golpeó en mi piel desnuda, mi piel se erizó, me abracé. Caminé al edificio con un semblante serio.
-Tienes frío? -se quitó el sacó y lo colocó en mis hombros-.
-No lo necesito -presioné el botón dentro del elevador-.
-Crees que demoremos? Ya quiero dormir -suspiró-.
-Yo puedo hacerlo sola, ve a casa -lo miré-.
-Como? -me miró incrédulo-.
-Es un regalo de amabilidad, vete a casa. -lo miré- Tengo ganas de ser una jefa benevolente por hoy.
-De verdad?.
-Obviamente debes entregar primero la ropa, los zapatos y el reloj -levanté un dedo-.
-Estoy seguro que el frío le hizo daño -tocó mi frente-.
-Quité su mano- Entreguemos esto y vete a casa.Salimos del elevador, saqué mi ropa del cajón y caminé con Ian pisandome los talones.
Firme en el libro y caminé a mi escritorio. Saqué un par de hojas con información complementaría, el folder que me dio Peter y poco más. Empecé a escribir cuando apareció Ian vestido con su ropa.-Adios, descansa -lo miré y apreté mis labios-.
-Esta segura? Puedo quedarme... -se acercó y yo levanté la mano-.
-Solo necesitaré que mañana firmes que estás de acuerdo con lo que escribí y ya. -lo miré- Vete.
-No estoy...
-Ian, vete -dije firme-.Me miró dudoso y dio media vuelta, vi de reojo como presionó el botón, entró al elevador y desapareció. Solté un suspiro, luego se fue el oficial Steve, me dio las buenas noches y desapareció igual que Ian.
Habían pasado veinte minutos cuando el jefe de seguridad apareció con una linterna y con audífonos, cantaba "Single Ladies" mientras hacia el paso con la mano. Me miró y paró.-Por favor, algo de energía no haría mal -dije cuando se quitó los audífonos-.
-Lo siento, no sabía que había alguien...
-Mi culpa, no le avisé -sonreí de lado-.
-Y que hace? Hace mucho no la veo quedarse tarde -se acercó a mi-.
-Fuí a una misión, debo hacer el expediente -levanté unas hojas-.
-Oh... Fue de misión? -se veía sorprendido-.
-Si, orden de Peter -reí al ver su rostro-.
-Digo... Que bueno -tragó grueso y luego corrigió su rostro-.
-Fue una sorpresa hasta para mí -sonreí-.
-Debo... Seguir -se veía apenado-.
-Claro, aquí no hay nadie, solo yo. -sonreí, el se dio la vuelta- Esperé.
-Saqué el paquete de galletas que me había dado Diana, luego se las dí- No se preocupe...
-Esta bien, no las voy a comer, no tengo hambre. -mi brazo seguía extendió, me levanté y se las dejé en la mano- Está bien, Scott.
-Buenas noches, señorita -movió lentamente la cabeza-.
-Buenas noche.Luego desapareció. Pasó poco cuando el elevador sonó, estaba por la mitad del informe. Me estiré en la silla cerrando los ojos.
-Scott, si estás escuchando "Bad Romance" te voy a pedir la playlist.
-Sabía que no había tomado una mala decisión -abrí los ojos, estaba Ian con unos pants y una sudadera-.
-Que haces aquí? Y vestido así? -lo miré horrorizada-.
-Soltó una carcajada mientras dejó un chocolate caliente enfrente de mi- Llegué a casa, no podía dormir sabiendo que te había dejado sola.
-Y aquí estás -lo miré sorprendida-.
-Aqui estoy -me guiñó un ojo-.
-Me falta poco para acabar -suspiré y levanté los hombros-.
-Deja hago el resto -recargó su trasero en mi escritorio-.
-Espera, deja hago un par de ajustes -empecé a teclear-.
-Algo te escuché decir de Lady Gaga? -se colocó detrás de mi-.
-Pasó Scott, el jefe de seguridad -moví mi cabeza a los lado-.
-Oh, estaba cantando?.
-Bailando y cantando. -hice la aclaración- Tenía una gran actitud.
-Lo puedo imaginar... Te duele? -era la segunda vez que movía mi cuello-.
-Que? -dije distraída mientras tecleaba-.
-Es la segunda vez que mueves el cuello, te duele?.
-Solo es cansancio.
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Puntos Suspensivos.
Любовные романыDespierto... Mis ojos están llenos de lágrimas, extiendo mi mano y no hay nadie, siento otra lágrima caer. Otro día con la estúpida esperanza que todo fue un sueño... Todos creen que estoy loca, aunque no me lo digan, Peter, Diana, Mozzie... Todos...