Little loves - GoYuu/GoIta

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No se había sorprendido al saber la edad del chico, tenía cinco al igual que fushiguro, sin mucho escándalo se imagino a ellos siendo amigos pero a final del pensamiento entro en la realidad que megumi era todo un enojón.

- nos llevamos cinco años satoruuuuuu - en tan solo una hora aquel niño había entrado completamente en confianza con el peliblanco.

- no, nos llevamos veinte - contesto de manera irónicamente, comenzando a reír al ver la cara de sorpresa que tenía el pequeño. No lo podía creer, ¿Enserio se había creído eso?

- ¿De que te ríes?, Espera ¡¿Tienes treinta?!, ¡me mentiste!, ¡Dijist. - paro en seco - ¡Pareces un niñito aún con treinta! - y así empezó a carcajear y estaba bien, hasta que escucho la risa de ya padre. Sin pensarlo se dió la vuelta.

- hijo, es hora de ir a casa, mañana tienes escuela y él jardín. - asintió saludando al chico, esté sonreía mostrando sus dientes.

Se había levantado algo temprano, estaba contento, vería a sus amigos y luego tal vez iría a lo de Itadori nuevamente.

- Satoru, ¿Me escuchas?, Te he contado por detalle la ropa que compre junto a mi madre y tú sólo.

La interrumpio - ¿Megumi será amable con alguien de su edad? - pregunto sin escuchar a la menor.

- ¿Oh?, No lo sé, nos llevamos pocos años y me trata igual que a tí, ¡Es tan!. Me ignoraste, me cambiaste de tema - no fue la gran cosa para gojo pero para la menor eso era romper levemente su amistad.

Gojo solo elevo sus hombros restándole cualquier importancia. Sonriendo al ver a Megumi, salir por la puerta junto con algunos de sus compañeros, cómo era de esperarse los de jardín salían ultimos

- Fushiguro - saludo buscando con su mirada al niño castaño.

- Sato. - no pudo terminar ya que había llegado aquél niño.

- ¡¡Satoruu!!, ¡¡Megumi, no me esperaste!! - grito con alegría, ladeando su cabeza al no saber el nombre de la chica - ¿Y tú?

- eh, yuji - hablo el rubio acariciando las hebras castañas. La castaña frunció su ceño con enojo, ya que ni siquiera había podido hablar. Sin pensarlo demasiado se tiró sobre el rubio para empezar a sacudirlo en el piso, gritándole de que no debía interrumpirle.

- ella - miro a la chica la cuál seguía golpeando al rubio - da miedo - confesó Itadori. Sonriendo una vez por fin vió a su abuelo.

- ¿puedo llevar a fushiguro a casa? - pregunto con emoción mientras tiraba a su amigo del brazo, estando consiente de que esté lo miraba con el ceño fruncido.

los alumnos se habían ido por completo y los profesores comenzaron a cerrar las puertas que daban la entrada al colegio y jardín.

El hombre se lo pensó. claro que si, además su madre había dicho que quería que su hijo socializara con alguien de su edad, - megumi, — miro al niño con una sonrisa, pero seguía con cara de aburrimiento — ya viene tu madre, me quedé hablando con ella en el camino y.

Itadori dejo de escuchar por un momento, ni siquiera pudo reaccionar a moverse. gracias a Satoru fue que se salvó. Todo ocurrió tan rápido.  

nanami por fin se habia podido levantar del suelo, y eso fue gracias a su comentario de "hey, ese brochesito es nuevo?"

Satoru miraba hacía los costados, dónde estaban no era un lugar tranquilo, más bien siempre pasaban autos y ahí fue cuándo presto más atención, aunque se quedó sin habla por unos segundos totalmente valiosos

- ¡Megumi! - fue lo único que pudo gritar para empujar al azabache junto a los demás chicos, si no fuese por nanami, los mas pequeños se hubiesen golpeado cómo él.

La cabeza del peliblanco choco contra la puerta que daba la entrada al colegio; abrazando con fuerza al menor, que fue lo único que pudo agarrar una vez se tiro para atrás.

Nada se escuchaba o tal vez más podían escuchar, solo sabían que estaban muertos de miedo por lo que fuese a pasar los próximos segundos, miraban el auto de color gris con atención, esperando algo.. tal vez un "estoy bien" por parte del abuelo del menor

Y solo basto un "estoy bien" de parte del abuelo para sentirse mejor.

Al final el abuelo de itadori solo se había fracturado la pierna, nanami y gojo ahora debían tomar un antibiótico para bajar la hinchazón en la cabeza y en el caso del rubio, en el brazo.

- nos vemos, satoruu.

Satoru solo movió su mano, rodando sus ojos, ya había pasado algo de tiempo desde aquél día que Itadori había llegado y esté se había ganado bastante aprecio por parte del albino.

- satoru, mira como tienes la cabeza. menos mal que te diste cuenta rápido, mirá y si los chocaba - una persona ebria era más que un peligro hoy en día y eso lo sabía completamente el de ojos celestes.

- al menos solo salimos lastimado los mayores del grupo y no los de menor edad - contesto sonriendo. el hombre dejo un beso en su cabellera blanca para volver a hablar. 

- sigues siendo pequeño pero hijo, serás alguien fuerte, muy fuerte en el futuro..