Little loves - GoYuu/GoIta

10

La puerta fue tocada más de diez veces, su padre no había invitado a nadie, ¿Tal vez ya era hora de dormir?, ¿Y si era un ladrón?. Suspiro. Nadie llamaría antes de entrar o..

Negó para levantarse del sillón y encaminarse a la puerta para abrirla, esperando ser asaltado pero.

— ¡Satoru por favor no me digas que tienes un amigo más especial!, ¡puede ser nanami pero no otra persona, incluso puede ser Nobara pero por favor no alguien que conozca! — lloraba contra el cuerpo del otro chico.

Hijo se quedó sin palabras, primero ¿Cómo había salido el pequeño de la casa?, Segundo ¿Alguien más especial que yuuji?, No había nadie y tercero ¿Por qué lloraba por eso?.

— hey, hey, cálmate — intento separarse del pequeño para poder explicarle y poder entender a qué se refería con toda esa bobada.

— ¡No!, ¡Hablame de frente y dime qué si tienes a alguien más especial que yo!

— yuuji, deja de gritar, son las cuatro de la mañada.

— ¡que dije que me digas! — satoru parecía sorprendido y es que no sabía que hacer para calmar al niño.

Ni bien logro separse se agachó para tomarlo por los hombros y mirarle a los ojos — los únicos amigos que más aprecio son los que te mostré, los que también son tus migos y.. yuuji, te juro que no quiero a nadie más cómo a tí ¿Bien?

Los labios contrarios se movieron evitando otro sollozo, apretando sus puños soltó — solo quiero quedarme con satoru.

— eres demasiado pequeño como para decir eso — hablo mirandolo algo triste por que Itadori estaba más alto que antes.

— yo se lo que digo — correspondió a sus palabras sonriendo con sus ojitos algo rojos.

— bien.. — sonrió — vamos a ca. — ni siquiera se pudo parar ya que yuji salió corriendo para adentrarse a la casa. — debo escribir que yuji estará en mí casa.

Termino sin escribir nada, acostado en el sillón junto al pequeño, abrazados y tapados con una manta.

— no se preocupe, yuji está aquí, venga si quiere — hablo al teléfono con una pequeña sonrisa al ver a su hijo y al niño duermiendo.

— iré enseguida, ya verá ese niño — contestaron a través del teléfono antes de finalizar la llamada.

La puerta fue tocada y el hombre abrió, dejando pasar al mayor.

— casi me mata de un susto al no verlo en la cama, cada vez estoy más viejo y mira y sí me agarra un ataque o algo

El de cabellos claros simplemente soltó una risa — debería ocultar bien las llaves, pero bueno, por suerte no le pasó nada

— lo dijiste, por suerte.

Ambos se sentaron en la mesa del comedor para comezar a charlar.

— dime ¿Cuándo es que viene sukuna?

— posiblemente el año que viene, no estoy seguro, ahora realmente me preguntó si es aue aguantaré a uno más.

— no se preocupe, viejo, lo ayudaré, finalmente somos cómo padre e hijo ¿No? — el de mayor edad asintió nostálgico.

— tenga cuidado.. no tenga mucho contacto con las tías, mira y si llega a fallecer ¿Itadori que hará?, Nada, Absolutamente nada, bien podría elegir pero es algo difícil.

El hombre se lo pensó antes de responder — es difícil todo esto, quisiera ser aún más joven para disfrutas toda la infancia que le queda y adolescencia, y si es posible su adultez, ver cómo se casa o cuál será su primer amor.

— si no llega a estar, viejo.. juro que llevaré algunas fotos para que veas cómo siguió su nieto.

— eres igual a mi hijo, él decía lo mismo, que llevaría fotos de yuji una vez muera.

— pero no piense en ello, piense que va a vivir muchísimo más.

— lo haré, en serio — el hombre con los ojos algo llorosos lo miro y sonrió, el padre de satoru hizo lo mismo.

El primero en levantarse fue Satoru, seguido de Yuji, ambos sintieron lentamente a la vez que sus ojitos se encontraron.

— ¿Que hora es?

— las tres..

— ¿Tan tarde? — aún itadori no se lo creía. Gojo asintió con la cabeza para luego cerrar sus ojos.

— creía que tu abuelo y mi padre están aquí, seguramente en el patio.

— ¡Vamos! — y ni siquiera pudo responder ya que fue jalado del brazo hasta la puerta trasera; Yuuji era más alto que antes pero seguía siendo un niño.. sin quererlo esperaba que siguiera así una vez mayor, quería que tuviera aquella personalidad tan alegre.