Marah Kykov
–Yo no lo maté-le informó de repente
–¡Sólo tenías un pedido sencillo! -
–¡Adler, debes creerme!–Me golpea en la cara. Me incorpora mal tirando de mi cabello.
- Bueno, repetiré la pregunta. ¿Qué pasó en esa habitación? -
–Honestamente, pasó tan rápido que no sabría exactamente qué decirte-
–Esa es tu respuesta–respondo con incredulidad,aprieto sus mejillas
>> guardias dejen que reciba su castigo.
[...]
Me levantan y me ponen una brazalete en el tobillo derecho. Estoy adolorida, débil hasta el punto de que me cuesta ponerme de pie. Me tiran un trozo de pan, dentífrico e un camisón. De repente se escuchan disparos ,chicas gritando desde la nada, en cuestión de segundos se forma un silencio lúgubre acompañado de pasos cada vez más cerca. Abren mi celda obligándome a salir el sujeto se coloca en cuclillas acerca su mano a mi rostro y lo acaricia. Mirándome con atención, sacando una sonrisa torcida llena de sadismo. Durante unos segundos hicimos contacto visual, pero baje la mirada , era como si el sujeto fuera un lobo hambriento y yo solo la engañada Caperucita Roja.
-Ella no está a la venta–
- 10.00–le contesto analizando a la joven
–Mira, aquí las cosas no funcionan así . Yo elijo tu compra. Desafortunadamente tengo un apego a esta chica - respondió tocando el hombro de la chica sutilmente. Ella escupe en mi cara.
-Viejo Pervertido vuelve a ponerme el dedo encima y te juro que lo que he soportado durante estos siete años será su castigo por parte de ella.
-Ruda, me gusta.
- Te dije que no está a la venta.
–Tendré que tomarla por las malas. –Digo sacando una sonrisa torcida - 3 ... 2 ... 1
Lanzan una granada empañando mi visión, me agarran de la cintura, pateo, pero; el hombre permanece ileso. Coloca un pañuelo en mi cara ... Cloroformo. Todavía tengo una salida para que tenga el efecto de noquearte, toma al menos cinco minutos. Le pegué en el cuello con el codo. Se tambalea rápidamente, se reincorpora. Procede a cargarme metiéndome en una camioneta
