TaeHyung es un chico de clase media que asiste a una escuela de ricos por su gran inteligencia, un día, harto de la presunción de sus compañeros, tiene una pelea y es enviado a detención, junto a los más problemáticos de la escuela.
Pero luego de ve...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luz atravesando las cortinas.
El sonido de pájaros entre los árboles.
El olor a chocolate caliente.
La sensación de las sábanas frescas y suaves.
El maldito sabor a medicina.
JungKook se acomodó en su cama. Hacía frío esa mañana, tenía una camisa blanca holgada puesta y su ropa interior, mientras se estiraba se dio cuenta de que sus manos estaban vendadas. Escuchó ruido en el primer piso, era extraño, dicho sonido era raro en esa casa. Se giró y sintio el olor a suavizante en su almohada, era nueva. ¿Quién las había cambiado? Tomó un vaso de agua en una mesita a lado de su cama y bebió todo el contenido.
YoonGi entró en la habitación, lo vio dejar una bandeja cerrada con comida dentro. El reloj sonó, eso significaba que era medio dia, no era la mañana. YoonGi abrió la bandeja y pudo sentir el fuerte olor a chocolate.
Se levantó y sentó. Se sentía realmente pesado y mierda, hacía bastante frío.
— Come algo antes de bajar - pidió YoonGi en ese tono.
JungKook asintió y comió primero el delicioso omelette que le habían preparado. YoonGi sólo lo observaba comer, asegurándose de que lo hiciera. El único ruido en la habitación era el de JungKook masticando. YoonGi resopló con la nariz. Olía a desinfectante. Los pies descalzos de JungKook salían de las sábanas, los cubrió con las sábanas, pensando en que probablemente tendría frío. Se acercó a la ventana y sintió el sol en su espalda al recargarse, encendió un cigarrillo e inhaló. Sabía a mierda.
JungKook miró a su hermanastro, su expresión era de total preocupación. Buscó su teléfono, no estaba en ningún lugar cercano.
— Si buscas tu teléfono, creo que lo confiscaron por un tiempo - escuchó decir a YoonGi, después de exhalar el humo del cigarrillo.
Genial, ahora olía a tabaco.
— ¿Puedes encender la calefacción? - Preguntó.
— Estamos a 32 grados centígrados - contestó el otro.
Mierda. No debió mencionarlo.
YoonGi abrió la ventana para que el aire caliente entrara, servía para poco, JungKook aún sentía frío.
Se tomó todo el chocolate de golpe, adoraba el chocolate caliente. YoonGi siempre lo preparaba frío cuando no se levantaba a tiempo como una forma de castigo. Excepto en estas ocasiones. No importaba qué tan tarde despertara, el chocolate siempre estaría calentito.
No recordaba con claridad lo que había pasado, tampoco quería hacerlo. Tenía dos recuerdos casi claros, uno en el baño, a punto de tener un ataque de pánico y uno en un carro, acompañado de YoonGi, YoungWoon y MinHo. No quería indagar más en esas memorias.
