TaeHyung es un chico de clase media que asiste a una escuela de ricos por su gran inteligencia, un día, harto de la presunción de sus compañeros, tiene una pelea y es enviado a detención, junto a los más problemáticos de la escuela.
Pero luego de ve...
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Era viernes. El último viernes que tendrían libre antes de los primeros exámenes del semestre. En la escuela, el estrés era palpable. Cada grupo cargaba sus mierdas, el tercero moría en pánico porque el puto profe Woon les había dado tantos exámenes que se habían olvidado de estudiar para los reales. El segundo no tenía la presencia de su jefe de grupo y SooBin no daba abasto como
suplente. En el primero, todos eran bastante inteligentes y estaban preparados, pero eso mismo los volvía obsesivos y competitivos entre ellos mismos.
TaeHyung estaba genuinamente desinteresado en dicha competencia. No quería ser mejor que el resto porque el resto no le interesaba en lo más mínimo. Si querían matarse estudiando, que lo hicieran. No era su problema.
Y de BaekHyun tampoco parecía serlo.
Tae presenció como irradiaba energía mientras entraba. Ya no se llevaban mal, pero tampoco adoraba su presencia. Algo le daba mala espina sobre el otro.
— ¡Pero bueno, TaeHyung, amigo mío! - Saludó el albino. - ¿Cómo te trata la vida?
— Eh...
— ¡A mí igual! Escucha - dijo ignorando todo lo que pudiese decir el otro -, estoy pensando en hacer algo este fin de semana ¿te apuntas?
TaeHyung tartamudeó.
— ¿Quieres que vaya a tu casa?
— Claro, compañero - sonrió -, además puedes traer a quien quieras. De hecho... - se puso — delante del grupo -, ¡todos están invitados hoy a mi fiesta!
— ¿Fiesta? - Preguntó Sehun emocionado.
— ¿Este fin de semana, en serio? - Cuestionó NamJoon. - Sabes que estamos a punto de los exámenes.
— Precisamente - contestó Baek-, ¿Qué mejor manera de desestresarnos y prepararnos para competir que esto?
— No sé yo si sea la mejor idea combinar a un montón de gente que se odia con alcohol antes de una masacre - dijo Jimin.
— Entonces aprovechen que puede ser la última vez antes de matarse - sonrió BaekHyun y entonces entró HyeongDon.
Se sentaron y la clase empezó.
En detención, las cosas estaban tranquilas, Hyuk parecía tomarse su trabajo más en serio cuando el director estaba en la ciudad y no se marchaba ni dormía. Eso obligaba a todos a quedarse quietos. Además, RyuJin había estado faltando casi toda la semana.
BAEKHYUN
YoonGi, JungKook, los demás. Están invitados a mi fiesta hoy por la noche.
