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—¡Feliz navidad, chat!. —exclamó contento el chico, el cuál hace tan sólo siete minutos estaba en stream.
—De regalito para vosotros, haremos un doce horas con bastante variedad, pero no estaré sólo, ya que me acompañará mi pareja. —volvió a hablar el castaño.
La gente se lo tomó como una sorpresa total, porque ni siquiera sabían que él tenía pareja. Tanta era la sorpresa que el chat iba demasiado rápido como para ser leído por el pobre chico. Aunque rápidamente todo se llenó de corazones violetas.
—Pero no os penséis que me hará compañía por discord o así, no no, que la señorita tiene sus ovarios bien puestos y se aparecerá aquí a la vista de todos. —dijo Momon— que eso hasta a mi me ha tomado de sorpresa, ya que no es muy fan de las cámaras, fotos y todo lo relacionado a eso.
Pasaron diez minutos en los que el chico sólo agradeció subs y bits. Unos leves golpes en la puerta de su habitación lo distrajeron.
—Chicos, que ya está aquí la invitada.
La puerta se abrió lentamente, dejando primero a la vista de Momon a su pareja. Para que con unos pocos pasos que ella dio, ponerse a su lado y a la vista de los espectadores de aquél stream.
—Hola, buenas. —saludó la chica.
Ella tenía el cabello castaño oscuro hasta por los hombros, unos preciosos ojos verdes y no era ni muy alta ni muy baja. Aunque al lado de su pareja era bajita. Traía en sus brazos a Mika y en su rostro había una gran sonrisa formada.
—Me llamo Ana. —volvió a hablar ella presentándose.
—Anita para los panas. —habló Momon, y su contraria al escuchar aquello soltó una risita leve, aunque aún así fue audible para la gente del stream.
La castaña se sentó en la otra silla que estaba dentro de aquella habitación, dejando a Mika recostada sobre su regazo y viendo algún que otro cumplido o corazones violetas en el chat.
—Ya sé que es guapa chat, pero habéis llegao' tarde, que es mía. —habló Momon, abrazando por los hombros a su novia y dejando un tierno beso sobre la frente de ella.
—Aunque mi corazón siempre le pertenecerá a Mika. —bromeó la más baja.
—¿¡Komo!?. —exclamó ofendido el chico y dramatizando todo.
—Calla idiota, que la has despertao', pobresita. —Ana comenzó a mimar la cabeza de la felina, haciendo a esta ronronear y que rápidamente se volviera a dormir.
—Cuida más de Mika que de mi. —se cruzó de brazos el chico.
—Y sí, porque tu te puedes cuidar sólo otaku culiao'. —volvió a bromear ella, esta vez riendo ambos.
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