Silent || TUA (Five & T/N)

O7 || capítulo siete

Cinco había leído el libro que Ocho le había recomendado, no era precisamente lo que necesitaba, pero le dio una idea de lo que podría pasar si viajaba en el tiempo, aunque las consecuencias de viajar en el tiempo no eran las ideales. 

Había leído más libros con respecto a viajes en el tiempo e hipótesis que algunos científicos proponían al respecto sobre los viajes en el tiempo, pero todos concluían en lo mismo: no viajar en el tiempo.

Las consecuencias no se podían cuantificar y mucho menos predecir. A pesar de que los libros y su padre le decían a Cinco que no debía viajar en el tiempo, este se rehusaba a desechar la idea. Cinco se encontraba en su habitación, era poco común que hubiera tanto silencio, así que sospechaba que sus hermanos tramaban algo.

Y sus sospechas fueron correctas, lo confirmó cuando escuchó los gritos de Allison en el pasillo.

—¡Ustedes dos! Son unos tontos —Gritó Allison, mientras Klaus y Ben corrían de ella.

Cinco se asomó al pasillo observando a Allison en un intento fallido de taclear a Klaus. 

—¡Es culpa de Ben! ¡Fue su idea! —Alegó Klaus, observó a Cinco y pensó que sería perfecto esconderse detrás de él.

—¡Decapitaron a mi oso! ¿¡En qué pensaban?! —Alegó Alison, tomando a su oso, o más bien, a las dos partes del oso en sus manos lanzándolas contra Klaus, pero este se escudó con Cinco.

—¿¡Podrían ir a hacer su estupideces a otro lado?! —Alegó Cinco, frunciendo el ceño, pero fue olímpicamente ignorado.

Rodó los ojos y se teletransportó dejando a Klaus descubierto, quien salió corriendo hacia otra parte mientras Allison lo seguía por detrás. Cinco decidió ir por un vaso de agua, sus hermanos lo sacaban de sus casillas muy seguido.

Sin embargo su atención se desvió a otro lugar, o más bien a otra pelea.

—¡Eres un tonto! ¿sabías? ¡Deja a Ocho en paz imbécil! Papá se enojará si le haces algo más ¿no te basto con el castigo ya? —Dijo Luther, esquivando los puñetazos de Diego.

—¿no te molesta que ella sea la favorita? Es una tonta. No es bonita como Allison, no es fuerte como tú, no es inteligente como Ben o Cinco, no habla como Klaus y no hace algo extracurricular como Vanya. Y AÚN ASÍ PAPÁ LA PREFIERE A ELLA —Respondió Diego, lanzándose sobre Luther.

—Que razones tan estúpidas para encubrir tus celos a Ocho, no es que tu también hagas algo interesante, Diego—Dijo Cinco entre dientes, rodando los ojos.

Luther y Diego dirigieron su mirada al nuevo miembro que se había reunido a su pelea. Ocho estaba en el marco de la puerta observando aquella discusión.

—Ja, ahora también la vas a defender —Bufó Diego, quien se había zafado del agarre de Luther.

—Diego, metete en tus asuntos, ¿Por qué no usas el tiempo que pasas acosando a Ocho para hacer algo mejor? —Cuestionó Cinco, aunque no le dio tiempo a Diego para responder, ya que había ingresado a la habitación con Ocho, cerrando la puerta tras de sí.

Ocho se acercó a la ventana de su habitación, a veces ni la propia Ocho lo sabía, pero cuando sentía aquella pesadez en su pecho siempre observaba el exterior. A veces se preguntaba como sería ser una persona normal, como las que pasaban todas las mañanas por la calle.

A veces pasaban parejas, grupos de amigos, familias. Todos tenían una historia diferente que contar, pero lo que le gustaba a Ocho era la libertad que ellos tenían, aunque estuvieran pasando un mal momento, ellos tenían libertad de hacer lo que quisiera y tenían libertad de cambiar las situaciones adversas de la vida y salir adelante.