━━ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ

765 65 5
                                    

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ┕━━✿━━┑ᴇʟ ɢʀᴀɴ ᴄᴏᴍᴇᴅᴏʀ┍━━✿━━┙

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ
┕━━✿━━┑ᴇʟ ɢʀᴀɴ ᴄᴏᴍᴇᴅᴏʀ┍━━✿━━┙

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ┕━━✿━━┑ᴇʟ ɢʀᴀɴ ᴄᴏᴍᴇᴅᴏʀ┍━━✿━━┙

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Entramos al vagón para cerrar la puerta detrás de nosotros, me senté entre Blaise y Theo, que comenzaron a jugar con Alaska.

—Ustedes dijeron que había más escuelas de magia ¿Cómo son? —Pregunte recostando mi cabeza en el hombro de Theo. —¿Dónde quedan?

—No se sabe dónde quedan. —Respondió Theo. —No quieren da su ubicación porque no quieren que nadie les robe sus secretos.

—Ay que dramáticos. —Me queje.

—Pero todo el mundo supone que Durmstrang está por Suecia, o Noruega, y Beuxbatons está en Francia. —Respondió Blaise. —O eso se cree.

—También hay dos escuelas en América. —Informo Pansy. —Una en Estados Unidos y otra en Brasil.

—Mi padre pensó en enviarme a Durmstrang. —Dijo Draco. —Porque allí solo reciben sangres puras, también enseñan mucho de artes oscuras. Pero mi madre dijo que era demasiado lejos, así que termine en Hogwarts.

—Menos mal. —Respondí.

El viaje fue tranquilo, llegamos al colegio cuando se puso se noche, como siempre, la lluvia no paraba. Bajamos del tren para avanzar lentamente entre la multitud de alumnos. Blaise me sostenía de la parte de atrás de la túnica para no perderme entre el montón de gente. Nos esperaban alrededor de cien carruajes, los cinco corrimos al primero que vino, cerrando la puertecilla para no mojarnos.

Los carruajes atravesaron las verjas flanqueadas por estatuas de cerdos alados y luego avanzaron por el ancho camino, balanceándose peligrosamente bajo lo que empezaba a convertirse en un temporal. Pegando la cara a la ventanilla, se podía ver cada vez más próximo el castillo de Hogwarts, con sus numerosos ventanales iluminados reluciendo borrosamente tras la cortina de lluvia. Los rayos cruzaban el cielo cuando nuestro carruaje se detuvo ante la gran puerta principal de roble, que se alzaba al final de una breve escalinata de piedra. Los que ocupaban los carruajes de delante corrían ya subiendo los escalones para entrar en el castillo. Saltamos del carruaje, tapando a Alaska con mi túnica, subimos corriendo las escalinatas, levante la vista mientras soltaba a mi gata en el suelo apenas entramos al vestíbulo del castillo, alumbrado con antorchas y ante la majestuosa escalinata de mármol.

ʙʟᴀɪʀ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ ʏ ᴇʟ ᴛᴏʀɴᴇᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴛʀᴇs ᴍᴀɢᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora