ABRIENDO LAS ALAS (SECUELA DE FAMILIA CUERVO)

NO ES LA GRAN COSA, JEJEJEJEJE

Veo que te dieron duro -le puso hielo en el ojo-

Son unos tontos y sabe que hasta con llamar a la policía me llamaron -bufo molesto-

Daichi-san es policía, no me extrañaría -solto una carcajada- pero eso te pasa por no decir la verdad

Pero es que todos dicen que soy un viejo -suspiro-

No eres un viejo, Kaoru y yo lo decimos para molestar, eres un buen chico -le acaricio la mejilla-

Soy parte de los yakusas, ese no es el mejor referente de buen chico -hizo un puchero-

Deja de decir tantas idioteces, todos mis amigos son como tú, secuestramos a unos idiotas y se murieron, amenazamos a tu jefe, en Hawaii le cortamos el pene a un desgraciado que se quiso meter con Aneko, pero eso no nos hace malas personas -sonrió- hayato no me termina de agradar, pero si supiera que tiene malas intenciones con midori, de seguro ya estaría muerto, tu no eres un mal chico, solo que te gusta alguien y no sabes cómo acercarte

Taiki quería decirle que había muchas cosas malas en esas palabras, pero tenía razón, todo fue por una idiotez, Aneko era linda y no tuvo porque haberle mentido

Señora natsuki -comenzo a llorar y se le pegó a llorar en el pecho-

La chica solo le acariciaba los cabellos, para que llorara todo lo que quisiera.

_

_

_

Holi mamá suga -sonrió nervioso Ren-

Papá Ten -lo miró Kei-

Necesito una explicación -hablo yamaguchi- ¿A quien le pidieron permiso para hacerse esos piercings?

Etto -aneko empezó a jugar con sus dedos-

Fue Algo -se quedó cayado al tener la mirada de suga sobre él-

Fue mi idea -solto Kei-

No estoy sorprendido -suspiro Tendou-

Tenemos que llevarlos al hospital, no sabemos si se hicieron esas cosas en un lugar con medidas sanitarias -dijo yachi-

Mamá no exageres -dijo Aneko-

Pueden tener VIH, Hepatitis o quién sabe que otra cosa, nos vamos ahora mismo al hospital y voy e denunciar a esas personas, no pueden hacerle esas cosas a menores de edad -dijo molesta-

Nos lo hicimos en Tokio -dijo Kei-

Ren y Aneko, tenían ganas de taparle la boca, estaba empeorando las cosas

No me pediste permiso para ir a Tokio -sugawara tomo a su hijo del brazo- estás castigado, apenas salgas de la escuela vas a la sala de maestros y no quiero excusas

Si señor -hizo un puchero-

Y tú Kei -tendou se agarró el tabique- estuviste tan tranquilo tanto tiempo, tu padre y yo pensamos que habías madurado -suspiro- pasaré por tí todos los días de ahora en adelante

Señorita -yamaguchi la miro- estarás conmigo luego de las actividades del club y nada de salir con los chicos y las pijamas están prohibidas hasta nueva orden.

Si señor -sus ojitos se aguaron-

A pesar de todos los regaños no les hicieron quitárse los piercings, ya que en realidad estaban molestos por las mentiras.

Aneko subió a su habitación y se sentía rara, no tener a Kei gritando era extraño, pero sonó su celular y pensó que era un mensaje de los chicos.