REINA

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Todo esto es tu maldita culpa -llego natsuki a la mansión del jefe yakusa-

Poco le importo que estuvieran los peces gordos que anteriormente la habían cuestionado. Había pintado la peluca rubia, volvía a su cabello negro.

Varios guardias se pusieron delante de ella, a su espalda estaban Kaoru, taiki y hayato.

Escucha bien mocosa, puede que el jefe te consienta, pero aún no eres la que está al mando -dijo uno de los peces gordos-

Los chicos enfrentaron a los guardias que iban a lanzarse contra ella, natsuki estaba enojada.

Me importa una mierda -le apunto con un arma, que taiki le había dado-

El hombre quedó pálido.

Escucha viejo, desde hoy tomo el mando, vete a tu jubilación en el Caribe -dijo sería-

-El jefe sonrió- eres la nueva reina de la familia

Tus malditos ineptos, fueron los que se llevaron a Rin -dijo molesta-

Los peces gordos se pusieron de pie y de mala gana algunos hicieron una reverencia

Taiki filmó un vídeo donde el jefe le daba el mando a natsuki y lo envío a todos los miembros de la familia yakusa.

Natsuki estaba ahora al mando, una chica de preparatoria era la encargadas de la segunda familia Yakusa más grande de todo Japón.

Estaba enojada, porque una de las ramas más bajas de la mafia a la cual lideraba ahora, fueron los que habían Sido contratados por los yoshida.

Obtendría respuesta.

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Rin fue enviada inmediatamente al internado, odiaba estar con todos esas ricas prepotentes que solo querían consegir un esposo rico y lo peor, no tenía equipo de voleibol. Los únicos deportes eran esgrima, tenis y tiro con arco.

Eso sin mencionar que las ricas odiosas la miraban mal, por ser asiática y lo peor, no entendía ese maldito francés, la que si lo sabía era Sakura, pero obviamente no estaba

Ren por su parte, estuvo unos días en la mansión con los yoshida, luego fue enviado al internado en Londres.

Cuando llegó fue bien recibido, era una belleza exótica y muchos decían que por sus facciones, se notaba que era gay.

Un chico de Italia comenzó a acosarlo, era demasiado molesto, tenerlo tan cerca le causaba asco.

Algo que los mellizos sin saberlo y que compartían, era que tenían una habitación individual y podían llorar todo lo que quisieran.

Rin lloraba al recordar cómo había pasado los últimos meses con su padre y ya tenían una rutina divertida y como Sasha a veces avergonzaba a este.

Por su lado Ren, se sentía mucho peor, no había Sido el mejor hijo, llegó a tratar a su madre de una manera horrible y este siempre tuvo ese amor incondicional. También extrañaba los tiernos sonrojos de Aneko y las ocurrencias del chico al cual ama.

Ambos lloraban hasta quedarse dormidos.

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Muchas gracias -dijo un avergonzado Daichi-

No sé preocupe - Tsukishima le puso la mano en el hombro-

ABRIENDO LAS ALAS (SECUELA DE FAMILIA CUERVO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora