COSAS DE ADOLESCENTES

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Midori sonrió al ver a Hayato a fuera del instituto, se veía demasiado sexy en su motocicleta. Se acercó a él y antes de poder decir algo, el chico la estaba besando de una manera muy atrevida, algunas de sus compañeras le tomaron fotografías.

H...ha...yato -dijo roja como un tómate-

Que linda, pero esa es la manera de saludar a mi chica -sonrió coqueto- sube iremos a un lugar primero

La chica obedeció y subió, iba encantada con el beso que le habían dado. Hayato la llevo a una boutique ultra cara y le compro un lindo atuendo.

Una falda de pliegues color celeste, un suéter cuello de tortuga blanco y un abrigo en rosa pastel, además llevaba unas botas blancas de cuero.

Te ves hermosa -se inclino y le dió un beso-

Midori definitivamente estaba flechada, ambos subieron a la motocicleta y la chica veía como poco a poco se iban alejando de las luces de la ciudad, no quería tener miedo, pero las palabras de su padre retumbaban en su cabeza, sobre confiar en extraños.

Pero todo el miedo desapareció al ver una pequeño kiosko con una mesa y desde ese lugar se podía ver todo la ciudad, era un lugar hermoso.

Sorpresa -bajo a la chica y le tendió la mano-.

Este lugar es hermoso -sonrió-

Luego de una plática y ver la puesta de sol, comenzó a hacer más frío y hayato cubrió a midori con su abrigo.

No debiste hacer tanto por mí -lo miró-

Me encantas midori Iwaizumi, acepta salir conmigo -la tomo de las manos-

Pero mí papá -lo miró- insistiré hasta que le agrade, pero sal conmigo, eres una chica maravillosa.

La menor termino por aceptar y besar al chico, aunque a fin de cuentas, la experiencia del mayor le hacía perder el ritmo.

Luego de eso, hayato la llevo a una fiesta donde había muchos universitarios y la presento como su novia, obviamente algunos la veían con malos ojos, pero como es la vida, siempre se muestra la hipocresía.

Se estaba haciendo más tarde y midori, por primera vez en su vida probó el alcohol.

Era la 1 de la mañana e Iwaizumi estaba que moría de preocupación, obviamente no le dijo nada a Oikawa, ni a haruki, ya que irían con el chisme y natsuki se enteraría.

Qué sus hijos llegarán tarde cuando salían juntos con los chicos, no tenía ningún problema. Pero su hija no había pedido permiso y sabía que debía estar con aquel "viejo"

Encendió su computadora y entro a una aplicación, luego de lo sucedido con natsuki en Tokio, sin que las gemelas y haruki lo supieran, les había puesto un rastreador en sus muelas. Su odontólogo le hizo el favor y los chicos solo pensaban que era una visita de rutina.

La vio a las afueras de Tokio, anoto la dirección y tomo su auto.

Midori estaba ebria, demasiado en realidad, no se podía mantener en pie y estaba demasiado cariñosa, hayato trataba de controlarla un poco, pero cuando las luces disminuyeron la intensidad, sintió como la chica se sentó sobre el, con sus piernas a sus costados y comenzó a besarlo, eran besos lentos y que hasta lo sorprendieron, esa niña movía la lengua de una manera magistral.

Pero no duró mucho ya que sintió como le arrebataron ese placer y lo próximo que sintió fue un golpe en su rostro.

Definitivamente ganarse a su suegro sería más difícil de lo esperado.

Iwaizumi subió a midori al auto, le tocó llevarla cargada, ya que no se mantenía en pie y olía demasiado a alcohol.

Cuando llegaron a su casa, la metió en el baño, le quitó la ropa y le dió un bañó, luego de eso la llevo a su habitación y le puso una pijama, al día siguiente hablaría con ella.

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Hola hiroki -Asa le dió un beso y las mejillas de hiroki se colorearon, le daba vergüenza ser visto por la madre de Asa-

Tu padre está en el auto, espero que la pasen bien y recuerden, no hay que presionarse a nada, los amo -le dió un beso en la frente a cada chico-

Luego de eso los jóvenes quedaron solos, azúl y dorado se veían. Sabían que tendrían sexo, pero ¿Cómo se empieza?

Hiroki, dispuesto a demostrar que sabía besar, se lanzo a los brazos del chico, sus besos está vez eran mejores, no le estaba llenando de baba la cara al contrario.

Soltó un jadeo al sentir las manos de Asa sobre su trasero, pero no iba a tener miedo, meneaba su cadera como una invitación.

Llegaron a la habitación del chico y Hiroki quedó debajo, las manos de Asa apartaron la camiseta del contrario y pudo apreciar esa blanca piel, los pezones rosados y que estaban erectos.

Su lengua se posó y comenzó un movimiento de succión y un poco de jugueteo con la lengua. Los gemidos y expresión de Hiroki eran asombrosas, ese chico serio podía poner caras demasiado lascivas.

Asa estaba tan concentrado en consentir esa zona, que no se percató hasta que sintió un líquido caliente en sus manos, hiroki se había venido solo por esas caricias.

Asa -lo llamo avergonzado hiroki- ¿Te gusta mi cuerpo?

O sea, que mierda le pasaba a ese chico, como iba a hacer esa pregunta, obviamente que le encantaba su cuerpo.

Besos caricias y llegó el momento del sexo oral.

Hiroki se puso de rodillas y comenzó a lamer y tratar de meter el pene en su boca, se sentía cálido, le gustaba y escuchar los gemidos y leves gruñidos de asa, le indicaban que iba en lo correcto, metió más en miembro y el sonido que hacía su boca era vergonzoso, al llegar el momento, se trago todo, no le desagrada, pero tampoco es algo que quisiera consumir.

Asa lo besó y lo ubico en cuatro sobre la cama, aplicó lubricante en uno de sus dedos.

Respira, tienes que relajarte -comenzo a introducir el dedo-

Cuando no escucho quejas, luego fue por un segundo y después por un tercero.

Al sentir suficientemente dilatado al contrario, aplicó lubricante en su miembro y comenzó a introducirlo lentamente en el interior del contrario.

Hiroki sentía que Algo lo quemaba, pero a pesar de eso, movía sus caderas, para que el miembro entrara más.

Cuando entro por completo, un gemido ahogado salió de la garganta del se ojos azules.

Las embestidas comenzaron, por la invitación de hiroki, sus caderas eran maravillosas, Asa se aferró a ellas y de vez en cuando le daba una nalgada.

Escuchar como los gemidos del Tsukishima menor, lo llamaban era estupendo, esa dulce voz sólo para Eli.

Sin salir del interior de Hiroki, cambiaron de posición, la espalda del chico quedó en la cama y sus piernas sobre los hombros del contrario.

Embestida trás embestida, era el paraíso, Asa ya entendía, porque su padre duraba tanto tiempo encerrado con su madre.

Cuando sintió que terminaría, salió y se corrió en la sabana, ya que según su madre, lavarse era algo incómodo.

Hiroki se corrió y sonrió, Asa lo besó

Te amo -le beso el rubio-

Eres muy dulce Hiro-chan -lo abrazo- apenas eran las 8:30 por el rubio vendrían a las 10.







Holis

Espero les haya gustado el capitulo

Con respecto a la parte dónde Iwaizumi baña y viste a midori, quiero que comprendan que no es ninguna clase de abuso, muchos padres hacen esto por sus hij@s y es normal.

Lo anormal y lo que está mal, es cuando sucede y es guiado por el morbo

Nos vemos

Un beso y hasta pronto

ABRIENDO LAS ALAS (SECUELA DE FAMILIA CUERVO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora