Capítulo 31

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Después de ese momento agradable, diría yo, terminé de comer toda la fruta que me trajo Daniel, me despierto más tarde por unas caricias en mi mejilla, yo pensaba que era mi tía, pero las manos que tocaban mi piel eran grandes y suaves, los dedos largos y tocaban mi piel con delicadeza, abrí mis ojos lentamente y me junte con la mirada grisácea de Daniel, su cabello estaba ligeramente desordenado, tenía una camisa Blanca con unos pantalones negros, me miraba con cariño, y eso me gustaba.

- la doctora llegará dentro de unos minutos - me susurra con dulzura sin dejar de acariciar mi cabello.

-¿ te puedo hacer una pregunta? - le hablo, el solo asiente y yo prosigo - ¿ Dónde... Dónde está Madox? - bajo la mirada, no quiero ver su cara.

- Madox a aceptado ayuda después de mucho tiempo- suspira - aunque él se a negado a ingresarse en una clínica para tratar su bipolaridad, al menos a decidió seguir un tratamiento - me mira.

Me mira durante un lago tiempo, no se lo que me pasa pero no tengo ganas de apartar mi mirada de él, esos ojos grises me cautiva, para en que están hechos de plata y su cabello dorado digno de un ángel, no se que me pasa pero mi respiración se acelera mientras que él se acerca lentamente sin apartar su grisácea mirada de mi, su frente choca con la mía y su nariz perfilada acaricia sutilmente la mía, el aroma de su perfume el embriagador, parece que me absorbe, cierra sus ojos para aceptar mis labios pero me despierto de esta realidad que parece un sueño y le aparto lentamente.

- Daniel yo... - somos interrumpidos posr una vocesita.

- papá - es su hija que entra corriendo a mi habitación y hace que su padre se separe bruscamente de mi para ir a recibirla con los brazos abiertos.

- hola mi princesa - la carga y comienza a dar vueltas con ella, yo solo observo la escena con ternura, como me hubiera gustado que mi padre haga lo mismo conmigo y que pena que mis hijos nunca lo vivirán.

- mira papá- se baja de los brazos se su padre - te gusta el vestido que me compro el abuelo - dice haciendo una mini pasarela para su padre, que linda niña.

- estas linda como una flor mi angelito - ella le regala una sonrisa mostrando a su padre que tiene huecos en su delicada dentadura.

- el ratoncito Pérez vino a visitarme y me dejó un billete de cien dólares - su padre la mira con asombro.

- es mucho dinero para solo dos dientes - la toca sus cachetes.

- el abuelo dijo que el ratoncito ya no tenía cambio para dejarme monedas - le responde alegremente a su padre.

Una escena muy mona, entre en la habitación mi tía y me sonríe.

- la doctora ya está aquí - asiento y me bajo de la cama.

Daniel no saca la mirada de mi y eso ya se está volviendo incomodo, faltaba poco para que me bese con él, ESO NO ESTÁ BIEN, eso no tuvo que pasar, me siento mal, osea es el padre de una dulce niña y un bueno hombre, no se merece estar cerca de una persona tan rota como yo, vi en sus ojos el deseo, tenía ganas de besarme, yo también las tenia, pero después de los episodios que acabamos de vivir es mejor que todo quede como es, el me ayuda y yo intento olvidar lo que me a pasado.

Entramos en el comedor de castillo que ahora mismo es una clínica temporal, hay todos lo necesario para hacer una ecografía, eso creo.

Él señor James está de espaldas hablando con la doctora y al notar nuestra presencia se gira.

- Nerea y señora - hace una reverencia con la cabeza para dirigirse a mi tía - ella es la doctora Anastasia Green y se va a ocupar de ti - dice mirando fijamente a mi tía, yo solo asiento por sus palabras, la doctora está preparando la ecografía mientras que el señor James habla con su hijo.

- no se donde pero la cara de ese señor se me hace muy familiar - le mira frunciendo  el ceño.

- el es Frédéric James, estuvo al mando de Atenea company seguro que le vistes en la televisión - la respondo.

- puede ser - dice mirándome y me sonríe - ¿ Estas preparada? - me pregunta para cambiar de tema.

- digamos que si - la respondo y la regalo una sonrisa.

La doctora me hace una seña y me acerco a una silla de esas que encontramos en los consultorios, me siento y ella me dice dulcemente que me levante la camisa dejando al descubierto mi redondito vientre, el señor James, Daniel y mi tía miran todos mis moviendo y me siento un poco incomoda.

- muy bien señorita vamos a comenzar - me regala una cálida sonrisa - estará frío - me dice poniéndome una especie de gel transparente sobre mi vientre, esta frío- vamos haya - me da una sonrisa.

Con ayuda de un aparatito dispersa el gel sobre mi vientre presionando un poco, desliza el aparato con suavidad sobre mi vientre, me hace cosquillas.

-hay están - dice señalando en la pantalla, eran pequeños pero visibles, eran hermosos, se movían ligeramente - pues no hay ninguna anomalía, todo está bien, ¿ quieren saber el sexo?- nos pregunta y respondemos si al unísono, la doctora suelta una risita y mira la pantalla - pues son mellizos - abro mis ojos como plato, MELLIZOS, vaya noticia.

- mellizos, ¿una niña y un niño? - pregunta el señor James.

- si - le responde la doctora y suelta un oh- felicitaciones, solo la voy a recetar unas vitaminas, quieres unas fotografías - yo solo asiento.

- yo también quiero unas - dice Daniel y me mira de reojo.

Escuchamos unos aplausos detras de la puerta y es...

¿Quién crees que a venido a interrumpir un momento feliz?, Agatta o Madox... Comenten y hasta el miércoles. Muchas gracias.

Eres mi droga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora