Madox :Salgo del almacén limpiando mis manos de la sangre de esos idiotas, intentaron robarme, ¿ robarme a mi?, es un gran error, como me aburría decidí coger yo la hacha y descuartizar les en trocitos a los cinco, estoy seguro que si la policía les encuentra va a ser muy difícil identificarlos.
- ¿ Enserio Madox?, no podías tirar les una bala en medio de las cejas - me pregunta Alex haciendo cara de asco.
- si lo hago así no será divertido - sonrió ante el comentario de Alex y me extraña que aún no se a acostumbrado a mi manera de hacer las cosas.
- Es horrible - hace una mueca de asco y me mira - por cierto... Duncan me dijo que te has obsesionado por una chica - me pregunta parándose delante de mi.
Yo le miro callado y alzó una caja - ¿y?.. -
- tu te dejas llevar por tus emociones y la puedes asustar, así que intenta ser un poco romántico con ella - dice sonriendo me.
- es mi chica y se como comportarme con ella - le aparto de mi camino y digo tranquilo.
¿ Romántico?, es verdad que he dejado que la ira me consuma cuando Nerea me responde y ya la he golpeado pero me siento mal después no la quiero hacer daño pero no quiere tener la boca cerrada y eso me irrita, además si me he alejado de ella estas dos últimas semanas es porque sentía que la hice mucho daño la última vez, ahora tengo que ir a mi casa y ducharme, llevar sangre idiotas encima es incómodo.
(...)
Entro en mi casa y la primera persona que veo es a Támara con su sonrisa me saluda, yo subo las escaleras y me para en medio.
- Támara - volteo para mirarla y ella se acerca al pie de la escalera.
- si señor - si dice ella mirándome fijamente.
- pues... Quiero que mandes unas flores al apartamento de Nerea - sus ojos se abren de golpe, me mira sorprendida, yo no soy de cursillerias pero si empiezo con el buen pie seguro que las cosas se harán naturalmente entre los dos, ¿ verdad?.
- muy bien señor - dice tecleando en su tableta - ¿ que Flores quieres para ella? - me pregunta.
- no se, escoge tu - hago un ademán con mi mano y sigo subiendo las escaleras- una cosa más - doy la vuelta, encontrando me la mirada de Támara.
- que tengan una nota que diga" perdón por todo lo que te hice "- ella asiente y se va.
No soy romántico pero creo que si soy menos duro con ella las cosas pueden cambiar, desgraciadamente no la puedo ir a ver hoy, tengo mucho trabajo en las empresas.
Nerea.
Entro en mi edificio muy cansada después de escuchar a Alex decirme que puedes ir a tu casa por la vigésima vez y yo respondiendo " no", decidí seguir con el día como si nada a pasado, Alex me acompaño tenía miedo que mi "madre" no se haya ido y que me estuviera esperando fuera, gracias a Dios no la vi.
Llego en mi puerta y me encuentro con un ramo de rosas de color blanco y rojas , me acerco y las cojo, huele muy bien, sonrió inconscientemente, me alegra que alguien piense en mi, seguro que es de una de mis amigas o tengo un admirador secreto, ¿ Quién sabe?, entró en casa y dejo las rosas en la mesa para coger un jarrón, pero las rosas se caen de la mesa, dejo el jarrón en el suelo, me acerco para recoger las rosas pero una nota caen de ellas, la recojo y las sangre se me congela al saber que las rosas provienen de Madox.
" perdón por todo lo que te hice " nada puede ir bien en mi vida, primero mi madre y ahora esto, Dios no está conmigo o ¿ qué?, cojo las flores y las tiro a la papelera, son hermosas pero la persona que las manda no lo es, me dirijo al baño para darme una larga ducha y me pregunto si tengo que ¿ contar eso a mi tía o no?, ella me a cuidado como su hija y creo que ella tiene que saber que la ex-amante de su hermano esta aquí, pero conociéndola bien vendrá hacer una escena y seguro que pedirá una orden de alejamiento aunque no es una mala idea pero no quiero que las cosas terminen así, además desgraciadamente en mi madre me guste o no.
(...)
Me termino de preparar para ir a la librería cojo mis llaves y cierro la puerta, tengo mi cabello recogido en dos moños me gusta así me da carita de niña, salgo de mi edificio y me para al ver un coche lujoso aparcado delante, el miedo aparece en mi cuando veo a el hombre que está apoyado en el coche, intento hacer como si no he visto nada y doy la vuelta para volver a entran en el edificio cuando una voz varonil me detiene.
- ¿ dónde te vas? - me paro y no me doy la vuelta, estoy rezando un padre nuestro interno para que no me haga daño, - ¿te hice una pregunta? - escucho sus pasos acercarse a mi y bajo la mirada y no digo nada.
Siento como mi cuerpo está temblando, y estoy segura que en unos segundos voy a llorar, su mano se posa en mi barbilla y la eleva, tengo los ojos cerrados, no quiero mirarle.
- abre los ojos... Por-por favor - su tono de voz cambia, es suave y eso no lo comprendo, Madox siempre me a hablado con una voz autoritaria, y yo no sabia que " por favor" existe en su vocabulario.
Abro los ojos lentamente para encontrarme con unos ojos azules muy intensos, una lágrimas rebelde baja por mi mejilla, tengo miedo, mi corazón está a mil, no puedo más.
- vamos a desayunar juntos hoy - me dice limpiando la lágrima que bajo por mi mejilla.
- yo... Yo tengo que ir a trabajar - bajo otra vez mi mirada y la fijo en mis dedos mientras que jugueteo con el pompón de mi bolso.
-estoy haciendo esfuerzos para no enfadar me - pone las manos en los bolsillos de su costoso abrigo - así que vas a montar en ese maldito auto y vamos a desayunar juntos - se dirige a su auto y se sigo callada, ya comenzaba a enfadarse.
Entro en el coche y sigo jugueteando con el pompón, el se acerca a mi y me pone el cinturón, me sobresalto al sentir su peso sobre mi, el suelta una risa y me mira.
- calma te no te voy a hacer daño - ¿ qué?, pedazo de bipolar, quieres que te recuerde todos los golpes que me has dado - no te preocupes iré a dejarte a tu trabajo antes de tiempo - yo solo asiento si mirarle, me siento incómoda.
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Eres mi droga
RomansaElla estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, y es cuando me acordé de esa chica de piel oscura, sus ojos negros me miraban con miedo y sus manos no paraban de temblar, ella había cambiado mucho ya era una mujer, comenzó a correr deja...