❝𝐇𝐄𝐑 ♡❞

VII

-Alyssa

No puedo hacer esto, lo siento - Le miré de reojo por última vez, para así correr lejos de
aquel lugar.

No sabía lo que estaba haciendo, no tenía idea de lo que acababa de hacer, pero me sentía muy confundida y aturdida por ella. Se que me quiere, pero yo no lo se. No tengo esto claro y de alguna forma u otra, se que la lastimó, por su forma de mirarme y su forma de hablarme... pero no estoy lista, realmente no se si la quiero a ella... no se si estoy dispuesta a sacrificarme como lo hace ella... pero de alguna u otra forma, me siento a salvo en sus brazos, me siento tan segura y se siente tan bien estar a su lado, pero no puedo hacer esto... sabiendo que está mal o no?.

No me dejes otra vez, por favor - Fue lo último que escuche de aquella chica que hacía enloquecer mis neuronas y nervios, ya que me había ido de allí.

No quería dañarla, pero no quería arriesgar todo por... una simple atracción, no me sentía tan segura de querer todo con ella... solamente quería estar a solas con ella y estar juntas las dos ¡Dime por qué lo haces tan difícil!.

Era un día lluvioso para colmo, lo cual me parecía tan agobiante ya que me empapé la ropa completamente y moría de frío, lo único que quería era llegar lo más antes posible a mi casa y poder cambiarme.

Camine por algunos minutos más hasta llegar a mi casa, casi sentía que me moriría por cada paso que daba por todo el transcurso de mi casa, sentía mis fuerzas desfallecer.

Tomé las llaves de mi mochila, para así abrir la puerta e ir corriendo al baño, mientras tiraba mi mochila en el piso de la cocina.

Me duché por algunos minutos, casi sentía que aquellos minutos se volvían infinitos y se hacían milésimas, ya que necesitaba con urgencia sentir un poco de calor aunque fueran algunos escasos segundos.

Tome mi toalla y me cubrí con esta, para así ir a vestirme a mi habitación, al cabo de pocos minutos terminé y al ya estar lista sentí como sonaba mi móvil, corrí hasta mi mochila para así tomarlo y contestar.

Donde está, Ares?- Habló aquella persona desde el otro lado de la línea, poniéndome completamente nerviosa.

Se que fuiste tú otra vez, así que por favor dime ¿donde carajos esta mi hermana? -Exclamó notoriamente enojada, con un poco de seriedad y enojó en su voz.

Y-yo no sé y no me importa donde este - cerré la llamada, tirando mi teléfono al piso.

No sé que tengo que ver con esto... solo me parece bonita aquella chica pálida, pero...no soy su novia, ni siquiera sé que somos y si al menos somos amigas.

Algo en mi me dice que vaya detrás de aquella chica que tanto me pone nerviosa, pero algo en mi me sigue deteniendo y no es algo... es algo más grande y fuerte que aquel sentido de

atracción y es...

Caminé lo más pronto posible ya que estaba haciendo algunas compras y me quedé mirando el clima por un momento... Aún me sigo preguntando por que cierta chica aun se cuela en mis pensamientos.

Suspiré levemente y agite mi cabeza para quitar esos
pensamientos de mi mente, que lo único que hacen es atormentarme cada vez más.

Nos vamos, nena - sentí como unas manos, tomaban mi cintura y se acercaba peligrosamente a mi cuello.

Si vamos - sonreí dulcemente, tomando sus manos para así entrelazar estas con las mías y empezar a caminar.

Él era el único que me mantenía cuerda.

Nos apresuramos a pagar, para así entrar al auto, ya que estaba lloviendo muy fuerte y no queríamos pescar un resfriado, en cierto punto estaba más preocupada por bruce, ya que él intentaba cubrirme con una sudadera suya y sinceramente me sentía muy mal por él... lo bueno es que llegamos al auto y entramos.

Él condujo hasta su casa, lo cual me sorprendió porque en estos nueves meses que llevamos conociéndonos no me había mostrado su casa.

Me parecía un avance y me llene de tanta ilusión, ya que esperaba con ansias que aquel chico tan hermoso, hiciera el siguiente paso.

Al llegar a su casa, noté que todo estaba oscuro, lo cual me pareció algo aterrador ya que no había ninguna luz que alumbrara este hogar, pero no se si fue obra de magia o telepatía, pero a los segundos bruce encendió todas las luces mirándome con aquella sonrisa divertida que hace cuando suele leerme la mente.

Me acerque a él para ayudarlo a arreglar las cosas que compramos, lo cual el rechazo rotundamente provocando que le hiciera algunos pucheros, ya que me sentía mal dejándolo hacer todo solo.

Puedes hacer la cena - comentó él con ligero cansancio gracias a mis múltiples súplicas.

Solté una pequeña sonrisa y me puse en marcha a cocinar, tome todos los ingredientes para asi empezar a cocinar los famosos espaguetis.

Al terminarlos, le serví en un plato a aquel chico, que llevaba una media hora mirando su celular, esperando con ansias lo que estaba cocinando. Al ya tenerlo listo lo llamé y me senté a su lado para así empezar a degustar aquel platillo.

Te quedaron bien - me miró con una amplia sonrisa, la cual él tenía una que otra mancha de salsa. Reí por lo bajo y tome una pequeña servilleta, limpiando un poco sus mejillas, lo cual el correspondió con un ligero beso en mi pulgar.

Es tan tierno.

Terminamos de comer y tomamos todo lo sucio, para así poner a lavar estos. Alrededor de unos cuantos minutos, ya todo estaba listo y nos encontrábamos sentados en su pequeño jardín, hablando de una u otra cosa... pero de repente el me dice.

Sal conmigo - Me miro con un pequeño brillo en sus ojos, los cuales hoy brillaban más de lo común lo cual me hace perderme en aquellos ojos como la primera vez que los vi.