❝𝐇𝐄𝐑 ♡❞

VIII

—Ares

Nos dirigimos a un pequeño lugar el cual había recomendado, ya que no teníamos ni idea alguna a donde ir, asi que comenté que fuéramos a un lugar cerca de la ciudad un poco aislado de todas estas personas.

Hoy era un día común y corriente, pero sentía que me hacía falta cada vez que lo pensaba sentía como ese vacío crecía cada vez más, haciéndome la misma pregunta una y otra, dejándome un poco inconsciente de toda esta realidad, que por alguna razón me abruma cada día que pasa.

Caminamos unas cuantas cuadras, demonic hablaba con camila y aline, no sabía de que charlaban, pero sabía que era algo interesante ya que por las tres partes mostraban expresiones de asombro y una que otra risa de estas.

Cerca del lugar acordado, había una pequeña puerta con un señor de pintas negras y cara de poco amigos, nos miramos entre las tres, buscando alguna señal acertada...Por lo cual yo opté por acercarme al señor y saludarlo con un gesto de amabilidad, le enseñe mi pequeño pin de autorización y nos dejaron entrar.

Este lugar no era ilegal, pero sólo dejaban entrar a integrantes del club, compositores, bailarines, músicos, cantantes y uno que otro dj.

El ambiente por alguna razón no se sentía tan pesado, las luces eran un tanto del tono blues y las personas de aquí no eran del todo estresantes.

Eres de la mafia o algo asi? - Preguntó Camila curiosamente, mientras caminábamos juntas.

Nada de eso, solo vengo a escuchar música de vez en cuando - Comenté restándole importancia, encogiéndome de hombros, mientras caminábamos a una mesa.

Enserio solo vienes a escuchar musica aqui? - exclamó con cierta ironía en su voz, mirándome completamente desconcertada.

Este lugar es genial, eres una tonta si solos vienes a escuchar musica aquí - comento demonic con asombro, sin quitarle el ojo a cada parte de aquel lugar tan mágico.

Asentí para dar finalizada la conversación, lo cual demonic y Camila entendieron, pero aún así había una persona que por más sabia que no quería hablar, seguía tomando de mi mano, mirándome tan delicadamente, mientras caminábamos a un lugar apartado.

Agradecí inconscientemente al ver que aquella chica, me había llevado a un lugar tranquilo para así poder admirar el lugar y las personas que le daban ese toque y esencia a este lugar.

Por alguna extraña razón de mis acciones, tomé la mano de mi acompañante, lo cual me hizo erizar cada minúscula parte de mi interior y exterior.
No sabia que habia sido ese impulso, pero no me arrepentía, ya que era una sensación tan favorable y cautivante para mi.

Por acto seguido, sentí como aquella chica posaba su mirada en mí lo cual yo lentamente hice, mirándola fijamente, mientras que el tono de las luces y el sonido de este ambiente, hacía que ninguna de las dos dejamos de mirarnos, por alguna razón y no se si sea bueno... sentí como sus ojos me atraparon en un lugar tan cálido y momentáneo que casi sentí que me perdía, hasta que sentí su mano acariciar la mía, regalandome una majestuosa sonrisa la cual me dejó sin siquiera moverme.

No tenía ni idea de lo que esta chica acababa de hacer, pero en estos precisos momentos ya no la veía como una simple chica... la veía como una mujer, totalmente hermosa e inteligente que cada día estaba para mi.

Sentí como en estos momentos volvía a poder respirar con tan solo poder mirarla, no sé aquello que era lo que estaba pasando pero... no quería que terminara o al menos durara solo esta noche o un momento, por que se que cuando todo vuelva a la normalidad me confundiré y volveré a verla como antes y no quería sin duda alguna... no quería que se terminara esto... pero en algún momento se tenía que acabar y ese momento lamentablemente llegó.