SOLO FALTA CONOCERTE

Que Bendición...

La noche llena de magia, terminó con dos amantes abrazadas, su entrega por primera vez, transmitiendo el amor que tenían una hacia la otra.

La brisa fría de la mañana se hizo presente en aquella habitación, Juliana se movió lentamente - mmmm, qué frío hace - abriendo despacio los ojos, hasta que se acostumbraron a la luz de la habitación, levantó la cabeza y estirando ligeramente los brazos - como para comprobar donde estaba, fijándose en la ventana que los primeros rayos del sol no tardarían en hacerse presentes.

El continuo golpeteo en la ventana la hizo despertar mas, queriendo apagar el molesto ruido, intentó moverse pero al hacerlo sintió la presión de un agarre en su cintura, entonces lo recordó no estaba sola en la cama, está aprisionada por su morrita. Una sonrisa apareció en su rostro. Valentina estaba dormida a un lado con su brazo sobre su cintura.

- Eres tan bonita morrita, aún no puedo creer todo lo que paso, ya eres mi novia, eres mi amor, lo eres todo Val, haré todo lo posible, cada instante, segundo, minuto por siempre ver una sonrisa en tu carita de ángel y hacer que esos ojos tuyos brillen tanto, así como siempre lo hacen cuando estás feliz - colocando un mechón detrás de su oreja - estar contigo es un sueño, como lo he dicho muchas veces, me has llevado a experimentar tantas cosas, te amo tanto mi amor, mi Val, mi ojitos de mar - repartiendo caricias en su mejilla.

Se movió un poco para poder ver a la mujer a su lado. Valentina dormía tan tranquila, con la boca semi abierta, los cabellos revueltos y sus brazos rodeándola y una pierna encima, estaba atrapada y con gusto se quedaría ahí toda la vida. Pero el molesto ruido en la ventana la seguía poniendo ansiosa, no quería que su morrita despertara, así poco a poco fue sacando los brazos y la pierna de ella, cuando por fin se liberó, salió de la cama dándose cuenta que su cuerpo estaba desnudo y sintió más frío, corrió rápidamente a la ventana, donde se encontró que era un pajarito picoteando unas hojas que estaban pegadas a la ventana.

- ¡hey! fuera pequeño moleston, que si sigues así con tanto alboroto, mi novia se va a despertar y quiero que siga durmiendo, anda ve... shuu shuu...- y dando un golpecito al vidrio espanto al pajarito. Una vez que se incorporó echo un vistazo a la habitación, sus prendas en piso la mitad de la sabana en el suelo y su novia semi tapada con la espalda descubierta... - uff, que belleza de espectáculo- pensó.. volvió a la cama porque el frío era bastante, espero hasta aclimatarse de nuevo.

Cerró los ojos un momento, recordando todo lo que pasó anoche - es que todo fue tan mágico, no pensé que esa conexión de mi cuerpo hacia el de ella fuera posible, tenía tanto miedo, pero encontró la manera de calmarme, sé que ella también estaba nerviosa, pero lo más increíble fue la manera en la que me cuido, la delicadeza que tenía en cada momento, su piel es ahora sin duda alguna, uno de mis lugares favoritos, me hizo disfrutar, me amo tanto, que solo quiso que yo estuviera bien,yo.. yo quiero hacer algo por ella, tengo nervios y un poco de miedo - abriendo los ojos y mirando a su rubia descansar - no sé muy bien que hacer o cómo empezar, pero quiero que ella también sienta eso que yo sentí esa explosión de amor, fuego, ternura. Venga Juliana solo hazlo, déjate llevar.

Y así fue, las caricias que empezaron en la mejilla, bajaron a su brazo, hasta llegar a su cintura, haciendo una y otra vez, Juliana se pegó un poco más al cuerpo de la rubia,posando su mano en la cintura de ella, dejando ligeros besos en la mejilla, para luego besar despacio su boca. El cuerpo de Valentina empezó a reaccionar moviéndose un poco, Juliana se separó porque sabía que su morrita estaba por despertar.

Esos ojitos se fueron abriendo lentamente y deteniéndose en aquellos ojos chocolate que la miraban con una ternura que jamás pensó.

- Buenos días mi morrita - Juliana le regaló una sonrisa