Amarte por mil años más...

1K 115 14
                                    

2 AÑOS ANTES

Era Viernes, ambas se despertaron con una fuerte resaca, lo bueno es que no iban a ir a trabajar, porque aún habían muchas cosas que verificar, estaban a un día del evento principal. Ese día durmieron hasta casi pasando el medio día. Hablaron con Lupita y Eva, viendo que nada faltara. 

Al parecer todo estaba en orden, pero los nervios empezaban y a Juliana se le ocurrió una idea.

- Val, vamos a dar un paseo ¿Qué dices?

- ¿Estas segura Juls?, no es mejor ver que todo este bien.

- Morrita - acercándose a abrazarla por la cintura - pero si ya escuchaste a mi cuñada y a Lupe, todo esta bien, anda vamos, sirve que nos ayuda a tranquilizarnos.

- No sé como haces, pero siempre logras que este tranquila - sonriendo tiernamente, para buscar sus labios y darle un tierno beso.

- Siempre estaré contigo mi cielo, eres mi paz, recuérdalo siempre - dejando un beso en su frente - pero sabes, ve de una vez por tus cosas que te vas a llevar, para que después te pase a dejar a la casita Carvajal.

- ¿Por?, podemos regresar luego por ellas - haciendo un puchero.

- Nada de pucheros mi amor, tampoco quiero dejarte tan noche, porque quiero que duermas bien, anda ve, que yo ya tengo lista mi pequeña maleta también.

- Bueno, esta bien - corrió hacia la habitación para acomodar todo.

De regreso a la sala cuando Juliana vio que Valentina iba a su encuentro, se levanto del sofá y extendió su mano hacia Val.

- Bueno, dueña de mis pensamientos y suspiros, vámonos, vamos a disfrutar de una linda tarde de solteras.

En el trayecto en el auto, nunca se soltaron de la mano, miradas llenas de amor, risas, que les hacia comprobar que estaban felices por este nuevo paso, porque el amor que se tenian, era inmenso.

Cuando Juliana se estaciono, fue cuando Valentina dijo.

- Este es aquel parque donde coincidimos, pero no nos vimos ¿cierto Juls?

- Así es morrita, donde el destino nos demostraba que no iba a poder escaparme de ti.

- Y ni yo de ti mi amor - paso sus manos sobre el cuello de la morena, para besarla. 

Y es que era como un imán, besar a Juliana siempre la hacía vibrar al máximo.

- Morrita, por más que me gusten tus besos y quisiera quedarme a disfrutar cada segundo de ellos. Vamos, anda, ¿tienes hambre?.

- Si, un poquito.

- Ven vamos, que ya encontré algo a lo lejos.

Caminaron un poco, hasta llegar frente a un puesto de hamburguesas, al ver la cara de Valentina cuando estaban preparando una de algún cliente, sin duda supo que había tomado una buena opción.

- Pero Juls, no deberíamos de comer esto...

- Ay morrita, no me mientas que bien que se te antojan, ya te vi como babeas por una, ya en la noche si quieres cenas tu lechuguita como conejito -un golpe en el brazo fue lo que recibió Juliana.

- Síguele chiquita.

- ¡Auch! eso dolió. ¿Entonces, que dices?

- La mía con todo Juls.

Después de disfrutar de su comida, dieron un paseo en una bici doble que habían rentado ahí mismo. La tarde era digna de fotografía, el cielo, todo alrededor y ellas en su burbuja de disfrutar cada momento al lado de la persona que aman.

SOLO FALTA CONOCERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora