Contigo, me quedo Contigo...

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DÍAS ANTES

Y así fue el transcurrir de los meses, a Juliana y Valentina se les veía más enamoradas cada día, parecía que se comunicaban por telepatía. Siempre sabían como complementarse y eso los demás podrían darse cuenta.

Tan rápido paso el tiempo, que ya estaban a una semana de irse a celebrar su segundo aniversario de casadas. Juliana le había dicho a Valentina de los detalles, habían elegido el hotel, apartado los vuelos, todo estaba listo.

El domingo a una semana de irse a celebrar, estaban como siempre en una reunión en la residencia Carvajal, disfrutando y divirtiéndose con la pequeña Monse. Los que ahí se encontraban, podían ver la facilidad con la que a Juliana y a Valentina, se le daba convivir con la pequeña.

- No sé ustedes, pero creo que ya necesitan un pequeño o una pequeña. solo mírenlas, como se divierten con Monse - decía Eva con una sonrisa, mientras veía la interacción de su hija con sus tías.

- Hermana, pues ya sabes que no siempre estoy de acuerdo con lo que dices, pero tienes razón, no sé, yo siento que no va a pasar mucho tiempo para que nos den la sorpresa - respondía Guille - o... ¿usted que dice Lupita?

- ¿yo? - y volteo a ver a sus hijas - pues tienen razón, aunque a lo mejor ellas no lo saben, y posiblemente no lo hayan platicado, pero sin temor a equivocarme, ellas no tardaran en agrandar la familia, están listas, y no es porque exista una regla o algo que nos diga ya estoy lista o ya quiero hijos. Simplemente sucede sin pensarlo, solo vean sus ojos cuando están con Monse, como se iluminan, cuando la abrazan o la procuran. Su corazón tiene tanto amor para dar, que siento que cuando menos lo esperemos, nos van a dar la noticia.

Si cuento las veces que he estado pegado a tu cuerpo
Es posible, créeme no exagero, me sobra algún dedo
La primera vez fue fiel, fue más que un sueño
La segunda vez, fue más que incendio

Todos estaban de acuerdo que, en el momento que esa parejita decidiera tener hijos, llegarían a ser unas mamás incondicionales.

- ¿A poco ya se cansaron? - pregunto Eva.

- Pues obvio ogra, aquí el huracancito Monse, acabo con nuestras energías - mirando a la pequeña que estaba dormida entre sus brazos, no se de donde sacan tanta pila.

- Bueno, pero ve ustedes la desgastaron, ya no da una mi pobre bebe - Eva extendió sus brazos para recibirla.

Juliana y Valentina se sentaron en la mesa, estaban refrescándose con un vaso de agua de jamaica, cuando Guille lanzo la pregunta.

- ¿Y ustedes para cuando nos hacen tíos?

Las dos escupieron el trago que tenían en la boca, generando las risas entre los demás.

- ¿Que? - dijeron al unisono.

- No se hagan, que escucharon bien - respondió Guille.

Valentina volteo a ver a Juliana, quien estaba ligeramente sonrojada.

- Bueno... este, no es algo que con Juls hayamos hablado ya, sabemos que queremos una familia, pero no sé, siento que aun nos falta tiempo.

- Ajá, si - dijo Eva burlona.

La pequeña Monse despertó, para dar un poco más de lata, mientras disfrutaban de un café y ella de su vaso de leche. Valentina consiente o inconscientemente, siempre estaba al pendiente de su sobrina. 

Juliana solo miraba la interacción de Val con la pequeña, perdida de todo el ruido de los demás, solo enfocándose en su morrita.

- Juls... 

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