Perderme Contigo...

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MESES ANTES

Después de un excelente fin de semana, donde celebraron su primer aniversario, tenían que regresar a la rutina cotidiana, pero lo hacían felices, por crear nuevos recuerdos, llenos de amor, mucho amor.

El viaje de Valentina a Chiapas tuvo que aplazarse, ya que el mal tiempo, había cancelado los vuelos y varias carreteras habían sido afectadas. Entonces tres semanas después tendría que viajar.

Ya estaban más que acopladas a su vida diaria, enfocadas en el trabajo, pero disfrutando de comidas y el tiempo para ellas cuando estaban en casa. Las reuniones con sus amigas volvieron a ser más frecuentes, así como la convivencia con la familia Carvajal y Valdes, que cada Domingo era de ley reunirse en la residencia de los Carvajal, para disfrutar de un Domingo en familia.

El día del viaje llego, Juliana había ido a dejar a Valentina al aeropuerto, estaban despidiéndose, pues ya pronto anunciarían el embarque del vuelo a Chiapas.

- Te portas bien morrita, te cuidas mucho, me hablas cuando llegues a Tuxtla y cuando estés en la comunidad ¿ok?

- Ah que si mamá Juls, ¿otra cosita más?

- Si, que me des un besito y un abrazo de oso.

- Con gusto mi amor - beso largo y profundo a su esposa, para después darle un abrazo, sería una semana que no estarían juntas - te me cuidas mucho Juls, te voy a extrañar mucho.

- Y yo a ti cielo, pero pues chamba es chamba.

Se escucho  - pasajeros con destino a Chiapas, favor de abordar.

- Bueno, me tengo que ir Juls, te hablo cuando llegue.

- Con cuidado morrita, me traes algo de allá eh, Te amo.

- Claro que si, Te amo, cuídate Juls.

Valentina se perdió detrás de la puerta y Juliana, camino hacia el estacionamiento para ir por su auto.

Si te estoy robando el corazón
No es pa' dejarlo guardado
No es para encerrarlo

El vuelo fue tranquilo, cuando menos lo espero ya estaba aterrizando en tierras Chiapanecas, el clima estaba agradable, un calorcito rico. Se comunico con Juliana haciéndole saber que ya había llegado y estaba con las personas de la comunidad. Una hora después llego a esa pequeña comunidad, donde ya le tenían preparada en una habitación, en una de las pintorescas casitas del lugar, que pertenecía a una de las artesanas, a pesar de ser humildes, le agradaba convivir con ellos y disfrutar de sus tradiciones y costumbres, ella había aprendido que lo más importante era disfrutar con lo que se tiene, y una vez instalada, quedo enamorada de ese pequeño rincón. 

La llevaron al saloncito de la comunidad, donde se reunían a hacer todas sus artesanías, pero se sorprendió al llegar y ver la mesa puesta con mucha comida, arroz, frijoles, tortillas hechas a mano recién saliditas del comal, las salsas, pollo, carne. Las mujeres la recibían todas juntas con un letrero de Bienvenida.

- Muchas gracias, no tenían porque hacerlo, me han hecho sentir como en casa.

- No hay nada que agradecer señorita Valentina, al contrario estamos agradecidas por interesarse en nosotras, y hacer que busquemos la manera de apoyarnos.

- Ustedes lo merecen, son mujeres trabajadoras, y lo que hacen con las manos es arte, que debe darse a conocer y ser valorado.

Hablaron mientras comían, las mujeres se iban presentando, haciéndoles saber de sus vidas. Valentina por su parte les contó que estaba casada con Juliana, lo dijo con un poco de miedo, porque no sabia como reaccionarían por eso. Pero le sorprendió saber que no le daban importancia, le hicieron saber que lo importante es que había encontrado a su ser especial.

SOLO FALTA CONOCERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora