SOLO FALTA CONOCERTE

La Correcta...

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El asombro de Valentina era evidente, aquella sorpresa que Juliana le había preparado, no se lo esperaba ni tantito. Era uno de esos detalles que la dejaban sin habla. Juliana era sin lugar a dudas una caja de sorpresas, siempre lograba sorprenderla y esta vez no fue la excepción. Este viaje era para celebrar su segundo aniversario de casadas.

- Juls en qué momento hiciste esto- Valentina no lograba saber cómo es que su esposa había preparado todo.

- Ay morrita, ya viste que a veces hacerte enojar vale la pena- Juliana tomó de la cintura a su morrita y le dio un beso rápido mientras sonreía, recordando los sucesos de la mañana cuando tuvo que mentirle.

- ¡Mi amor!, de haber sabido no te hubiera hecho sufrir así, ¡pero imagínate!, no encontrarte a mi lado, me preocupé mucho- haciendo un puchero.

- ¡Cielo! que me acorrales en el baño y sobre todo que me hagas el amor así tan desenfrenado, no es un castigo para mí- decía una Juliana toda divertida - aunque después no pueda caminar bien, Pero... ¿a poco no valió la pena- le preguntaba Juliana

- Chiquita, todo lo que haces, todas estas sorpresas, la verdad es que valen la pena cada detalle - le dijo abrazándola fuerte.

Tanto Juliana como Valentina, comenzaban a disfrutar de una velada tan tranquila, teniendo el mar como un bello fondo y qué decir de la luna, ese día había un cielo tan despejado que podías ver las estrellas y la decoración tan original, se ve que Juliana había pensado en todo.

- ¡Val!, ¿te acuerdas morrita, de aquella primera cita y todo lo que vino después?- le preguntaba Juliana mientras tomaba su mano encima de la mesa.

- Mi chiquita, acaso crees qué podría olvidar esa cita- Obviamente Valentina no lo olvidaba- aquella vez me dejaste sin palabras, esa es la realidad, Creo que nunca nadie había hecho algo así tan bonito por mí, ese día confirmé que ya me tenias bajo tu hechizo.

- Ojitos, yo tenía mucho miedo que no te fuera a gustar, ese día que fui por ti a tu casa y ver el lugar donde vivías, obvio pensé en que tú te merecías ir a un mejor lugar tal vez- Juliana le entra el sentimiento y bajó su mirada.

- Mi amor, chiquita mírame- Valentina tomó la barbilla de su amada para que la viera los ojos- podríamos estar en el asiento de tu carro si fuera posible y hubiera sido una cita perfecta porque a mí lo único que me interesaba era estar a tu lado.

- Val, por qué tienes que ser tan perfecta me vas a hacer llorar- y si en realidad a Juliana se le habían cristalizado los ojos por lo que le acaba de decir su esposa.

- Yo creo que sí tenemos que llorar es de pura felicidad, por estar hoy aquí a tu lado, tomándote la mano disfrutando cada segundo de esta vida, no puedo negar que llegaste a cambiar mi vida para bien, le pusiste color a mis días grises y no sabes cómo agradezco cada noche cuando te veo dormir porque un alma tan buena como tú llegó a mi lado, eres todo lo que soñé en la vida.

¡Te amo Juliana Valdés de Carvajal!

Valentina se emocionó tanto, que se paró de su lugar y fue donde estaba Juliana, se sentó en sus piernas para darle un beso tan lleno de amor. Como en cada beso se transportaron, no se podían separar, todo era mágico. 

-Mi amor tú quieres verme llorar verdad- Juliana se limpiaba unas lágrimas traviesas que caían por sus mejillas- Pero anda vamos a comer sino se nos va a enfriar la cena y la noche todavía es larga-. Valentina volvió a su lugar.

Esa velada prometía ser mágica.

5 AÑOS ANTES

Después de aquella primera cita, las salidas entre esas dos, fueron más constantes y que decir de los mensajes y llamadas, no había hora en que no estuvieran en contacto a excepción de cuando trabajaban.