Hoy ya era lunes y el rubio estaba emocionado por su primer día de trabajo, se puso muy feliz cuando lo llamaron para avisarle que estaba dentro. Su uniforme no era del todo su agrado, pero eso era lo de menos.
Yendo hacia la cafetería como cualquier otra mañana, miró desde lejos a una cara conocida, era un chico que estaba el día cuando hizo la entrevista en la repostería. Su primera impresión de él había sido muy buena, ya que fue muy amable en todo momento.
- A veces me encantaría salir corriendo del bar cuando tengo que quedarme tarde, es irritante tener que tolerar a los borrachos ligones. - Se quejó el mayor, dejando de mirar a aquel chico que ya se había perdido en la multitud. Estaban haciendo fila para pedir su desayuno.
- Bueno, al menos no tienes que atenderlos como los bartender. - Agregó el menor.
- No pero, tengo que cantar las sugerencias que hacen, con sus bocas apestosas, iugh, para que ellos mismos canten esas canciones opacando mi bella voz con sus gritos. - Yangyang estalló en carcajadas al ver al mayor haciendo muecas e imitando a los supuestos borrachos. - "aUNQUE DUELA ESTÁ BIEN, POR QUE TE AMO" - Las miradas de todos al rededor se posaron en esos dos y se unieron a su interpretación siguiendo la burla.
Pero terminó al llegar al frente de la fila. Pidieron lo de siempre, gimbap y café.
- Oye, a todo esto, ¿te dieron el trabajo? - preguntó el mayor al sentarse en una mesa desocupada.
- Obvio, ¿con quién crees que hablas? - Contesto alardeando.
- Chisst, ni si quiera puedes hervir agua. - Dijo burlándose del rubio tomando un poco del gimbap.
- Puedo hacer lo básico, pero puedo aprender. - Exclamó con optimismo.
- Me alegra que estés más positivo, supongo que ahora no podremos hacer pijamadas tan seguido. - Se lamentó.
- ¿Te parece una el fin de semana? - Preguntó
- Claro, invitemos a Jaemin también. - Dijo ahora más animado. - Por cierto, ¿dónde está?
El rubio se encogió de hombros, comenzando a comer.
Mientras comía bocado a bocado, recordó lo que se había propuesto hace unos días, realmente ahora no sabía que hacer, ¿cómo se conquista a un ex-novio?
Cómo si lo hubiese invocado, el castaño entró por la puerta acompañado del chico que siempre está con él, notó que aquel chico anteriormente pelinegro, había teñido de rosa su cabello, el de Xiaojun seguía siendo del mismo café luminoso que le recordaba al chocolate, ¿también olería a chocolate?
- En fin, creo que mi jefe está teniendo problemas financieros, parece que no tendremos trabajo esta semana. - Mencionó con alegría, mirando la pantalla de su celular.
- Que raro, parecía que le iba muy bien al lugar. - Dijo prestando su atención al mayor.
- No vayas a decirle a nadie, pero. - Miró a los lados para después acercarse al rubio y susurrar. - Parece que el señor Suh tuvo problemas con los mafiosos que siempre se pasan por esa zona.
- ¡¿Mafio-?! - Ten cubrió los labios del menor con sus manos, con una mirada que le decía «¡Cierra la boca Liu!»
Los estudiantes que estaban alrededor comenzaron a prestarles atención a aquel par de escandalosos. Incluyendo a Xiaojun, quien sintió una punzada en el pecho al ver la cercanía del mayor con su roommie.
- Hablemos afuera, aquí ya llamaste la atención.
Yangyang solo caminó junto al tailandés queriendo saber más acerca del que se suponía era el trabajo seguro de Ten.
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𝚜 𝚘 𝚏 𝚝 𝚌 𝚘 𝚛 𝚎 «𝚡 𝚒 𝚊 𝚘 𝚢 𝚊 𝚗 𝚐»
Fanfiction«cada vez que te beso, puedo oír el sonido de la ruptura» Xiaojun jamás pensó en lo adictivo que serían los labios de su fastidioso roommie... →Xiao Dejun & Liu Yangyang.