Habían pasado unos días, que sorprendentemente se fueron volando, Xiao se sentía muy relajado, es decir, iba bien con sus deberes de la escuela y realmente se divertía mucho en el club de música.
Las dulces melodías de piano que sus manos producían acompañadas de su voz, en un escenario vacío y con luz tenue, le daban una tranquilidad recorfontante que hacía que olvidara todas sus preocupaciones.
Al momento de tocar la última nota, suspiró.
— Hola. — Saludó asustanto al castaño, la chica sonrió angelicalmente, soltó una risita. — ¿Te espanté?
— Oh, no me esperaba que alguien viniera aquí... Hola. — Devolvió el saludo mientras se levantaba del asiento del piano.
— Realmente es increíble tu voz, me encantaría poder llegar a notas altas fácilmente, como tú. — El castaño se sonrojó ligeramente, dejó escapar una risita de la pena.
— Pero qué dices, tu también tienes una voz muy fuerte. — Halagó.
En estos días, no solamente la música hacía que sus días parecieran tan rápidos.
Ni iba a decir que se había enamorado de la castaña llamada Haneul, solamente se sentía cómodo con ella.
Solo eso...
(...)
Al fin era viernes, ya tendría el fin de semana libre. Toda la semana estuvo intentado reunir el valor posible para hablar cara a cara con el mayor, pero era difícil traspasar esa barrera invisible entre ellos, es decir, sus horarios nunca coinciden para estar al mismo tiempo en el dormitorio, pero cuando sucedió hace unos días, la tensión fue tan pesada que se obligó a decir cualquier cosa, con tal de no estar en ese silencio incómodo.
Pero, no procedió ninguna conversación, ya que el castaño salió. Justo cuando se había decidido, su oportunidad se fue por la puerta, fue bastante incómodo.
Pero ahora no se hechará para atrás.
Esperaba pacientemente en la entrada de la universidad, sus clases terminaron temprano debido a que la última clase se canceló, que suerte.
En la lejanía divisó a un castaño, ahora sentía sus piernas temblar, tomó un gran respiro y avanzo.
El mayor estaba caminado solo, ya que Hendery tenía otras cosas que hacer.
No se esperaba en lo absoluto ver a ese rubio caminar hacia él.
— Hey, hola em, ¿podríamos hablar?
Xiao sin saber muy bien porqué asintió, se preguntaba de qué podrían hablar.
(...)
Yang y Jun ahora estaban en una pintoresca cafetería de la zona, el mayor seguía muy confundido.
Yang se aclaró la garganta y comenzó a hablar.
— Lamento mucho citarte tan repentinamente, pero realmente me parecía importante decirte...
Dejó las palabras volando incrementando su curiosidad.
— Sé que fuí un imbécil, y te aseguro que me arrepiento, por eso te pido disculpas, no quiero que te sientas incómodo conmigo.
Así XiaoJun supo lo que el menor pensaba, se preocupó al pensar cosas erróneas.
— Pero, ya había dicho que no importa, estás perdonado. — Habló.
— Estaba pensando en cambiar de dormitorio con otra persona, no quisiera incomodarte. — Expresó serio, no quería ser una molestia.
— No es necesario, es demasiado trabajo, podríamos... Dejar todo en el pasado y tratar de llevar una mejor relación. — Por una razón le producía una preocupación que no encontrara otro compañero. Prefirió sugerir una amistad.
— ¿De verdad? No me gustaría incomodarte. — Dijo con un deje de tristeza un poco disfrazado de consideración y educación.
— No te preocupes, está bien. — El mayor sonrió suavemente.
Fue allí que Yangyang lo miró a los ojos por primera vez en días, por un segundo miró una chispa en esas orbes que se miraban tan familiares y a la vez tan distintas. Algo en él había cambiado, dedució que había madurado al tomar responsabilidad de sus errores y eso de alguna manera lo hacía sentirse bien.
— Buenas tardes, ¿Qué desean ordenar?
(...)
Yangyang sentía un peso menos de sus hombros, había olvidado que el mayor siempre fue una compañía recorfontante.
Su amor por él debía existir enterrado en lo más profundo de su ser, esperaba que jamás fuera descubierto, estaba feliz de tener su amistad, después de todo su alma descansaría al saber que el gran corazón de la persona que tanto ama está tranquilo y sin remordimientos, era aún más honorable que tuviera su perdón, realmente era una gran persona, Xiao De Jun.
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𝚜 𝚘 𝚏 𝚝 𝚌 𝚘 𝚛 𝚎 «𝚡 𝚒 𝚊 𝚘 𝚢 𝚊 𝚗 𝚐»
Fanfiction«cada vez que te beso, puedo oír el sonido de la ruptura» Xiaojun jamás pensó en lo adictivo que serían los labios de su fastidioso roommie... →Xiao Dejun & Liu Yangyang.