SIETE

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A Natalia se le partió el corazón al ver la escena. Andrew y algunas personas que ella no conocía, estaban paradas frente al ataúd que iba descendiendo poco a poco en el hoyo donde yacería para siempre.

Romanova esperó a que el asistente del fiscal se quedara solo para avanzar hasta su lado y tomarle de la mano. Ella sabía lo doloroso que era perder a un hijo. Imaginaba lo destrozado que Barber estaría por dentro. 

Andrew se inclinó para agarrar un poco de tierra y la arrojó encima de la madera pulida. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar. 

―Debí hacer algo... ―murmuró el hombre―. Cuando vi el álbum de fotos en la basura, presentí que algo malo sucedería. ¿Por qué Laurie querría deshacerse de sus recuerdos más preciados? 

La rusa permaneció en silencio. No encontraba palabras que le parecieran suficientes para darle algo de consuelo al hombre que amaba. 

―Y después... ―continuó el castaño― vino la llamada del hospital para informar que allí estaba mi familia. 

―Lo lamento ―musitó aferrándose al brazo de su amado. 

―No recuerdo la última vez que abracé a mi hijo, Nat. No recuerdo lo último que le dije... 

Andrew volteó hacia ella. Natalia le tomó el rostro con las manos. 

―Lo que importa es que él sabía que lo amas y él te amaba. ¿Sí? Fue un accidente. 

Él negó varias veces con la cabeza. 

―No estoy tan seguro de eso. Pasé por el lugar antes de venir aquí. Quería entender... Para la velocidad en la que iban, las marcas de neumáticos debían haberse marcado en el pavimento si Laurie intentó frenar. Todo me dice que esto no fue un simple accidente, ¿y qué hice? Mentí diciendo que ella no sería capaz de eso, cuando lo cierto es que ya no reconocía a la mujer con la que estaba viviendo. 

―No te culpes, amor. Cuando ella salga de terapia intensiva podrán hablar sobre lo que sucedió ¿sí? 

―Debí tener los ojos más abiertos. Debí estar más para ellos. 

―Esto no es tu culpa ―repitió―. Hace frío, vamos a mi departamento y te preparo algo caliente para beber. 

―Necesito estar solo. 

―Te amo ―Natalia le dio un beso en la mejilla antes de abandonar el lugar. 

Horas más tarde, Andrew se sorprendió cuando llegó a su casa y encontró a Natalia esperándolo dentro de su auto, el cual había estacionado cerca de su cochera. 

Ella bajó cuando él apagó las luces del vehículo. 

―No dejaré que atravieses esto solo, ¿de acuerdo? ―dijo decidida―. No será fácil seguir, pero lo lograrás. No me apartes de ti. 

Ella estaba dispuesta a pelear por lo que quería. En ese momento, quería evitar que él se hundiera en el pozo en el que ella había estado durante largos meses. 

Andrew sintió que la presión en su pecho aumentaba. Verla con las mejillas sonrojadas y los ojos llorosos le produjo un fuerte impacto. Terminó con la distancia entre los dos al darle un abrazo. De esa forma, aceptaba su intervención. 

~<>~

Laurie despertó semanas después, sin recordar el accidente. Los doctores dijeron que solamente con el tiempo sabrían si recuperaría esa parte de su memoria. 

Andrew fue a visitarla en varias ocasiones, pues no quería dejar que llorara sola la pérdida de Jacob. Gracias a Natalia, había comprendido que era más llevadero tener a alguien con quien hablar. Como su esposa había perdido a sus amigas cercanas, solamente le quedaba él. 

DESLIZ || Andrew Barber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora