Propuesta.

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Llorar por un hombre, un acto que Ijuuin jamás pensó que realizaría en toda su vida y sin embargo lo hizo frente a Misaki, externando sus sentimientos y emociones, mismos que fueron pisoteados esa tarde con palabras frías y una mirada triste por parte del castaño.
Aquel día quiso regresar y suplicarle más veces a Misaki que se retractara de sus palabras, que fuera sincero consigo mismo y declarara que también lo amaba. Que estos meses a su lado no fueron en vano y que a pesar del sufrimiento, ambos tenían esperanza y una oportunidad para el amor.

En años pasados le pareció ridiculo el ver a Hiroki hecho un despojo mientras sufría por Usami y hoy, él es el que padece de los estragos de enamorarse de un niño menor por 10 años.
Y no pudo evitarlo, ya que al conocer a Misaki sintió alguna conexión especial, más allá de lo físico y del aroma leve que emanaba ese día en la oficina
Una pelea con su editor, un tonto correo electrónico leído, una vista al hombre que le escribió imbecil y fue donde comenzó esta historia, esa lucha de sentimientos que esta madrugada lo tenían nervioso y tratando de terminar algunas paginas para el nuevo capítulo de su manga.
Estas semanas habían sido difíciles para Kyo, extrañando a Misaki, queriendo tocar su rostro y probar sus labios. Desde la primera vez que lo hizo supo de la intensidad de sus sentimientos y que el deseo de monopolizar a Misaki crecía cada vez más.
Su amor era inminente, un amor que quizá, nunca fuera correspondido.

Ijuuin presionaba el lápiz con saña, los trazos eran fuertes y en varias partes había borrones. Ya había perdido la cuenta de cuántas veces quizo corregir la imagen donde el teniente Adlher se negaba en dejar sola a la detective Sanrio.
Kyo no quería dibujar romance pero ahí estaba, maldiciendo su suerte y plasmando shojo, de seguro cuando Shinnosuke lo viera le reclamaría por dibujar otra escena tierna en lugar de seguir con la pelea de the kan y raisins rouges.
Porque sí, Ijuuin había pedido de vuelta al mejor amigo de Misaki y Hiroki estuvo de acuerdo con que editara a ambos.

Tōdō era por mucho el editor más eficaz que tuvo en años y si con eso podía percibir un poco a su omega lo haría. Buscaría la forma de tener contacto indirecto con Misaki, con quien ama.

—Dibujar, entintar y pegar. Dibujar, entintar y....¡MALDICIÓN! ¡NO PUEDO CONCENTRARME!
En un arrebato el dibujante tiró todo su material al suelo y colocó su cabeza por la mesa de trabajo.
A los pocos minutos Hiroki salía de la habitación contigua todo somnoliento.

—¿Q..qué haces despierto Kyo?

No hubo respuesta por parte del mangaka quien miraba hacia la ventana,Hiroki se acercó
para recoger los bocetos y acariciar el cabello de su hermano.
—Te dije que debes dormir, dentro de unas horas tendrás una audiencia y no podrás relatar lo que sucedió en tu secue...

—No lo digas—interrumpió Kyo—ya no quiero recordar que ese día todo se fue a la mierda por culpa de esas personas locas.

—Pues tendrás que hacerlo, ese capítulo de tu vida será algo con lo que lidiaras por unos meses mas en lo que esa mujer y los demás son castigados. A mi también me perturba pero si de esa forma puedo hacer que Misaki y yo estemos tranquilos, lo haré.

—Nuestras vidas cambiaron bastante desde que nos encontramos con los Usami y los Takahashi que no puedo asimilarlo.

—¿Preferirías no haber conocido a Misaki?

De nuevo se hizo el silencio y Kyo desvió la mirada, los moretones habían desaparecido de su rostro pero no su mirada triste.

—Aceptarlo sería como negar mis sentimientos. Me siento tan atraído por Misaki que no puedo evitarlo, sigo pensando que un día se aparecerá por esa puerta y me dirá que se arrepiente de su decisión de no querer estar conmigo.

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