Voz

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Misaki quedó estático y con los ojos abiertos,  los suaves labios del alfa se movían sobre los suyos de forma lenta, tal vez intentando que le diera todo el acceso posible sobre su boca.
Era una sensación vibrante, sorpresiva para el menor que era su primer beso a los 23 años así que no sabía cómo responder.
Y por mucho que Ijuuin quisiera que el beso fuera relajado y sin prisas, no pudo ir más lento .
Era obvio que había un intenso sentimiento cargado de deseo sexual, era imposible no sentirlo, no para un alfa porque así habían sido creados.

Kyo tuvo que reprimirse, no quería asustar al beta ya que podía sentir los temblores de Misaki.

Takahashi sintió la mano del alfa colocarse por su nuca y como intentó hundir los dedos entre su cabello.
El aroma a vainilla de Kamijō le llegó de nuevo y con eso se rompió el encanto. Misaki reaccionó mordiendo el labio a Ijuuin.

—¡Suélteme!
El castaño empujó al alfa que llevó la mano a su boca limpiando su sangre.
—¡¿Que...

—Le dije que no se me acercará. Yo no soy como los tipos que frecuenta.

Misaki quitó el seguro del auto y a toda prisa intentó salir, Ijuuin le agarró del brazo.

—¡No te vayas! No quise asustarte
Él beta uso toda su fuerza para soltarse y azotó la puerta del automóvil. Ijuuin chasqueó la lengua y descendió para alcanzar a Misaki quien ya cruzaba la avenida principal.

—¡Espera Misaki! Ese hombre todavía puede estar cerca. No quiero que...

Ijuuin fue ignorado y las personas que circulaban le estorbaban demasiado para alcanzar al castaño

—¡No me siga!
Gritó el beta y se perdió entre toda la gente que como él intentaba ingresar a la estación del tren.
Ijuuin pudo abrirse paso por las multitud y cuando creyó que podía alcanzar a Misaki le sorprendió verlo brincar la valla que dividía la circulación de los usuarios.
Su velocidad y agilidad le sorprendió al alfa, se sintió ofuscado por ver a ese niño huir de él y sin pensarlo recurrió a algo absurdo como la voz.

~MISAKI DÉTENTE~

Aquello se escuchó algo claro para Misaki y sorprendido se detuvo unos segundos para ver a Kyo que también se posicionaba para brincar. Un golpe en su hombro por parte de una mujer  lo sacó de su trance y reaccionó para sacar su tarjeta e ingresar a la estación.

Ijuuin Kyo lo último que vio fue al niño de ventas subirse a toda prisa al tren.



Misaki revisó su teléfono mientras jadeaba, eran las 11: 20 de la noche, tiempo justo para llegar a la media noche como se lo aseguró a Tōdō en la plática.
Respiro profundo y se tocó los labios, el contacto con el alfa fue inesperado, fue demasiado para el.
¿Acaso le gustaba a ese mangaka engreído?

—No, solo lo hizo para molestarme y para hacerme ver como un tonto y fácilote. ¿Y como se le ocurre gritarme desde esa distancia?

Takahashi hizo una cara de desagrado y aflojó el nudo de su corbata, estas horas a lado de Kyo Ijuuin resultaron intensas. El calor de los labios del alfa permanecían en su piel, el ligero sabor óxido de sangre le llegó y en un intento por borrarlo se frotó con la muñeca.
Las personas del vagón lo veían con mucha atención y se sintió avergonzado por estar hablando solo, también por actuar como alguien que padece de sus facultades mentales.

—¿Gustas sentarte?
Preguntó un hombre y se paró para cederle el asiento.
—No gracias, así estoy bien.

—Insisto
El sujeto le sonreía mostrando el lugar y Misaki se asustó mucho más por la amabilidad del hombre.

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