Nunca había tenido tantas llamadas perdidas en la pantalla de mi celular, mi mirada se mantenía fija en la televisión, mis brazos cruzados y mi ceño fruncido, quien me viera creería que se trataba de una estatua bastante realista. Por el rabillo del ojo notaba a mi madre caminando, en algún momento se detenía a observarme por largos segundos, seguramente preguntándose a sí misma qué hacer, en la pequeña guerra mental entre el acercarse o mantener la distancia; no la culpo, siquiera yo sabía cómo reaccionaría a algún tipo de movimiento arriesgado, quería pensar, pero realmente no lograba concentrarme.
-Bien. –dejó caer su abrigo a mi lado. –es suficiente, has pasado días frente a la televisión, esto empeorará mucho antes de mejorar, debes hacer algo.
-¿Qué quieres que haga?. –respondí sin mover mi posición. –según tengo entendido solo esperas que conteste las llamadas de Mike.
-Te equivocas. –sus dedos comenzaron a jugar entre sí, señal de que no sabía cómo continuar.
-De todas formas difiero contigo. –le dediqué una pequeña mirada. –no podrías saber si estoy aquí todo el día, tienes un trabajo bastante demandante, ¿lo recuerdas?.
-No juegues conmigo, Sara. –tomó su abrigo nuevamente. –sí, tal vez no estoy en casa el tiempo suficiente, pero si lo necesario como para saber que nada de esto te hace bien, cada vez que te encierras en tu burbuja terminas en el hospital nuevamente.
-¿Prefieres la morgue directamente?. –una pequeña sonrisa se formó entre mis labios.
-Eres imposible. –gruñó y volteó para caminar hasta la entrada.
-Ten un buen día. –pronuncié antes de escuchar el sonido estridente de la puerta cerrándose a sus espaldas.
[...]
Dejé caer mi cabello húmedo sobre mi espalda y desvié la mirada hacia la ventana de mi habitación. El cielo tenía un tono hermoso, un tono que hace bastante tiempo no se veía, irónicamente apareció luego de todo el caos, pero aquello de reflejar la situación en algún tipo de cliché no iba conmigo. Sonreí ante el paisaje frente a mis ojos, un pequeño paseo no vendría mal.
Decidí salir de casa y caminar hasta la casa de David, tal vez unas palabras de mi buen amigo me ayudarían. Me sorprendía el hecho de tener una sonrisa en el rostro mientras caminaba, veía a la gente pasar y me devolvían el gesto como si realmente pareciera una chica ordinaria en medio de la rutina; no podrían saberlo, pero me aterraba el hecho de explotar y no tener compañía que me contenga. Temía de mi misma.
Los minutos pasaron y divisé a unos pasos la calle de David, apresuré el paso y toqué el timbre que se encontraba junto a la puerta. No hubo respuesta. Insistí un par de veces pero parecía inútil, tal vez debí llamar antes. Claramente podría estar en casa de Gloria, suena como algo que él haría en un día sin trabajo. Suena como algo que dije que haría y olvidé por completo; la niña se cierra en sus propios problemas y no recuerda lo que realmente importa.
Regresé a la acera y me senté al borde de esta, rozaba la planta de mis zapatos contra el asfalto mientras comenzaba a analizar desde qué momento todo se volvió una mierda.
-Tal vez sea mi culpa. –murmuré sin despegar la mirada de mis zapatos. –tal vez todo esto lo comencé yo.
-Tal vez debes dejar de hablar sola, Morgan. –escuché la voz de Logan acercándose. –¿Qué haces aquí?.
-Quería saber quién sería el primer idiota que aparecería a mis espaldas preguntando qué es lo que le ocurre a la chica bella en la acera. –estiré las piernas sobre el asfalto y volteé a mirar al chico.
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INSIDE YOUR MIND (Mi Princesa Suicida EDITADO)
Teen Fiction(ESTA ES LA VERSIÓN EDITADA DE MI ANTIGUO FANFIC SOBRE ONE DIRECTION TITULADO "MI PRINCESA SUICIDA", DEJO AMBAS HISTORIAS YA QUE SÉ QUE HABRÁ QUIENES PREFIERAN LA ORIGINAL) La verdad sobre la sociedad, respecto a las últimas generaciones, es que, se...