Tiempo.
Tenía esa palabra pegada a mi cabeza, una y otra vez, todo tipo de duda lo respondía con eso, me refugiaba en esa careta aparentando estar bien con todo lo que ocurría y siento que no es lo mejor, pero de alguna forma lograba que funcionara. Ya no podía pensar más en mí, nada de esto era por mí.
Durante la segunda y tercera semana después de tomar la decisión de permitirle a Mike ser parte de esto, comenzó la verdadera prueba; las dietas de Nora me ayudaron bastante hasta que fui de visita con el nutricionista, Dale, él me dio una lista con alimentos que debía consumir durante la semana y agendó la siguiente cita. Me pasé el mes completo entre el nutricionista, la ginecóloga y las visitas de Nora para checar mis avances entre semana y asegurarse de que estaba cumpliendo todo al pie de la letra.
Mike no faltó a ninguna cita, es más, llegaba todos los días cuando el reloj marcaba las 08:30hrs., dependiendo el turno que le correspondía a mamá en el hospital le ayudaba con lo que necesitara, luego subía a despertarme con el desayuno en una bandeja y me acompañaba hasta que debía levantarme. La idea me gustaba.
Pasó el tiempo y las cosas no cambiaban.
Las chicas dejaron de visitarme ya que debían mudarse cerca de la universidad, y eso les tomó bastante tiempo. De todas formas lo entendía.
Mamá se tranquilizaba bastante sabiendo que Mike me cuidaba y controlaba mis comidas, su foco principal volvió a ser el trabajo, pero no dejaba de lado la comunicación conmigo, yo estaba conforme con eso, de todos modos estaba acompañada y era lo único que necesitaba.
[...]
-Según la doctora, el sexo del bebé se podría saber en la siguiente cita. –comenté sin despegar la mirada de la televisión.
-Es decir, mañana. –respondió el rubio mientras posaba su mano sobre mi abultado vientre.
-¿Mañana es miércoles?. –pregunté totalmente desconcertada, y por lo visto, desorientada.
-¿En qué mundo vives?. –rió por lo bajo.
-Tengo muchas cosas en la cabeza. –me quejé mientras me acomodaba sobre su pecho.
-Será niño. –su voz demostraba mucha seguridad sobre sus palabras.
-Sigue soñando, será niña, posiblemente muy parecida a mí. –sonreí al imaginarlo.
-Tendré que mimar a dos niñas inquietas. –su nariz se arrugó levemente y no pude evitar soltar una pequeña risa. –¿Cuándo deberíamos sentir el movimiento del bebé?. –habló mientras me cubría con la manta.
-Dicen que desde la semana dieciocho en algunos embarazos. –respondí sin darle mucha importancia.
-Vas por la semana veintiuno. –comentó. –¿has sentido algo?.
-¿Quieres decir aparte del dolor de espalda?. –me quejé. –siento pequeños dolores en el vientre.
-¿Crees que deberíamos comentarlo con Nora?. –se notaba preocupado. Tomé su mano y dejé un suave beso sobre ella.
-No te preocupes, son dolores momentáneos. –solté un leve bostezo.
-Espero que así sea. –me rodeó firmemente con sus brazos. –¿quieres dormir?.
-Todavía aguanto. –murmuré entre quejidos y bostezos.
-Como tú digas. –noté algo de ironía en su tono.
-Hey, chico listo, puedo dormir a la hora que quiera. –bufé.
-Espera a sentir los movimientos del pequeño. –se burló. –ya no podrás dormir.
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INSIDE YOUR MIND (Mi Princesa Suicida EDITADO)
Ficțiune adolescenți(ESTA ES LA VERSIÓN EDITADA DE MI ANTIGUO FANFIC SOBRE ONE DIRECTION TITULADO "MI PRINCESA SUICIDA", DEJO AMBAS HISTORIAS YA QUE SÉ QUE HABRÁ QUIENES PREFIERAN LA ORIGINAL) La verdad sobre la sociedad, respecto a las últimas generaciones, es que, se...