Capítulo 14

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Tiempo.

Tenía esa palabra pegada a mi cabeza, una y otra vez, todo tipo de duda lo respondía con eso, me refugiaba en esa careta aparentando estar bien con todo lo que ocurría y siento que no es lo mejor, pero de alguna forma lograba que funcionara. Ya no podía pensar más en mí, nada de esto era por mí.

Durante la segunda y tercera semana después de tomar la decisión de permitirle a Mike ser parte de esto, comenzó la verdadera prueba; las dietas de Nora me ayudaron bastante hasta que fui de visita con el nutricionista, Dale, él me dio una lista con alimentos que debía consumir durante la semana y agendó la siguiente cita. Me pasé el mes completo entre el nutricionista, la ginecóloga y las visitas de Nora para checar mis avances entre semana y asegurarse de que estaba cumpliendo todo al pie de la letra.

Mike no faltó a ninguna cita, es más, llegaba todos los días cuando el reloj marcaba las 08:30hrs., dependiendo el turno que le correspondía a mamá en el hospital le ayudaba con lo que necesitara, luego subía a despertarme con el desayuno en una bandeja y me acompañaba hasta que debía levantarme. La idea me gustaba.

Pasó el tiempo y las cosas no cambiaban.

Las chicas dejaron de visitarme ya que debían mudarse cerca de la universidad, y eso les tomó bastante tiempo. De todas formas lo entendía.

Mamá se tranquilizaba bastante sabiendo que Mike me cuidaba y controlaba mis comidas, su foco principal volvió a ser el trabajo, pero no dejaba de lado la comunicación conmigo, yo estaba conforme con eso, de todos modos estaba acompañada y era lo único que necesitaba.

[...]

-Según la doctora, el sexo del bebé se podría saber en la siguiente cita. –comenté sin despegar la mirada de la televisión.

-Es decir, mañana. –respondió el rubio mientras posaba su mano sobre mi abultado vientre.

-¿Mañana es miércoles?. –pregunté totalmente desconcertada, y por lo visto, desorientada.

-¿En qué mundo vives?. –rió por lo bajo.

-Tengo muchas cosas en la cabeza. –me quejé mientras me acomodaba sobre su pecho.

-Será niño. –su voz demostraba mucha seguridad sobre sus palabras.

-Sigue soñando, será niña, posiblemente muy parecida a mí. –sonreí al imaginarlo.

-Tendré que mimar a dos niñas inquietas. –su nariz se arrugó levemente y no pude evitar soltar una pequeña risa. –¿Cuándo deberíamos sentir el movimiento del bebé?. –habló mientras me cubría con la manta.

-Dicen que desde la semana dieciocho en algunos embarazos. –respondí sin darle mucha importancia.

-Vas por la semana veintiuno. –comentó. –¿has sentido algo?.

-¿Quieres decir aparte del dolor de espalda?. –me quejé. –siento pequeños dolores en el vientre.

-¿Crees que deberíamos comentarlo con Nora?. –se notaba preocupado. Tomé su mano y dejé un suave beso sobre ella.

-No te preocupes, son dolores momentáneos. –solté un leve bostezo.

-Espero que así sea. –me rodeó firmemente con sus brazos. –¿quieres dormir?.

-Todavía aguanto. –murmuré entre quejidos y bostezos.

-Como tú digas. –noté algo de ironía en su tono.

-Hey, chico listo, puedo dormir a la hora que quiera. –bufé.

-Espera a sentir los movimientos del pequeño. –se burló. –ya no podrás dormir.

INSIDE YOUR MIND (Mi Princesa Suicida EDITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora