Capítulo 16

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Solía pensar demasiado las cosas.

Mi tiempo en la escuela se basó en pensar, mi tiempo en casa fue igual; debía cambiar eso, acabaría conmigo si continuaba así.

Durante bastante tiempo pensé en volver a mis caminatas nocturnas, volver a mis encierros en la habitación, volver a mis llantos silenciosos. Mentiría si dijera que estaba mejorando, los cortes continuaban, pero yo continuaba refugiándome en la idea de que me ayudaba a canalizar el dolor.

Por algún motivo ya no lloraba, ya nada parecía afectarme, nuevamente estaba pasando pero esta vez lo sentía diferente.

[...]

Tomé un tazón con cereales y me senté sobre el sofá, el reloj marcaba las 07:30hrs., tenía exactamente 30 minutos para llegar al trabajo, por algún motivo no estaba preocupada.

-¿A qué hora llegaste?. –preguntó mamá mientras caminaba de un lado a otro de la habitación ordenando un par de cosas.

-Bastante tarde. –respondí sin quitar la mirada de mi tazón.

-¿Será así nuevamente?. –escuché un profundo suspiro a mis espaldas. –creí que habíamos avanzado.

-No he dicho nada. –aclaré la garganta. –debo irme.

-Te quiero. –soltó de pronto y al levantarme resoplé. –solo quería decirlo.

-Te quiero. –respondí sin dirigirle la mirada. –descansa.

-Suerte. –escuché mientras caminaba hasta la puerta principal.

Salí de casa y comencé a caminar, llevaba mi uniforme bastante ordenado. Fue al cruzar la calle cuando me encontré con el chico que menos deseaba en ese momento.

Sus ojos estaban clavados en mí, pero yo mantuve la mirada fija hacia adelante, comencé a acelerar el paso. Fue en vano.

-Sara. –habló a mis espaldas. –por favor, Sara.

-No tengo tiempo, Mike. –respondí en un tono bastante calmado, no quería hacer notar la molestia que me generaba su presencia. Aunque debo admitir que ha sido una discusión bastante tonta.

-Puedes hablar mientras caminas. –llegó a mi lado y continuó. –quería disculparme.

-Mike, pretendo quitar todo lo malo de mi mente. –detuve mi paso frente a un cruce, esperé la luz verde y continué con mi discurso. –un día, solo eso te pido, no está bien que discutamos de esta forma pero no cambiaré mi postura, haré lo que quiera y estaré con las personas que quiera, si algo te disgusta te invito a salir de mi vida.

-Eres testaruda. –bufó. –bien, te daré tu espacio, pero prométeme que hablaremos esto.

-No hay de qué hablar, te lo acabo de decir. –comencé a tomar mi cabello en una coleta alta.

-Sara, yo te quiero. –tomó mi brazo y detuvo su paso haciendo que volteara a mirarlo. –olvidemos lo de ayer, por favor.

-Está bien. –me solté de su agarre. –debo trabajar. –volteé nuevamente para continuar con mi camino.

Divisé a David acercándose a la cafetería, me vio de inmediato y levantó su mano en señal de saludo. Caminé hasta él mientras sentía los pasos del rubio siguiéndome.

-Hey. –saludó el chico de coleta y luego observó por encima de mi cabeza, claramente se trataba de mi acompañante. –¿está todo bien?. -frunció el ceño mientras bajaba la mirada hasta mis ojos.

-No te preocupes. –arrugué la nariz. –Mike ya se va.

-Te espero en los casilleros. –respondió no muy convencido y entró al lugar.

INSIDE YOUR MIND (Mi Princesa Suicida EDITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora