INSIDE YOUR MIND (Mi Princesa Suicida EDITADO)

Capítulo 2

Hace dos semanas habían comenzado las clases, nada especial había ocurrido, solía ver a Tom por los pasillos o saliendo de clases, yo continuaba con mi idea de mantener un bajo perfil entre los demás, aunque era claro que de Cloe no me libraría con tanta facilidad, solía darme una de sus charlas una vez al día y luego veía como intentaba ligar con Tom, pero no es algo que se le diera con tanta facilidad.

Con mamá no hablaba hace mucho, con sus cambios de turnos apenas la veía, a veces terminaba un turno y continuaba con el siguiente para cubrir a alguna de sus compañeras que tuvo algún incidente, pero no me importaba demasiado, me gustaba estar sola, discutíamos pocas veces y podía manejar la casa a mi manera.

Respecto a las clases, pocos eran los profesores que habían comenzado oficialmente con sus clases, a pesar de haber comenzado hace dos semanas, muchos se dedican a los repasos respecto al año anterior. Una pérdida de tiempo.

Entonces, aquí estoy yo, en otra de mis caminatas por el parque, pensando en lo que podría hacer para no repetir esta rutina cada día, pero de pronto, una voz conocida se escucha a lo lejos. Me acerqué lentamente para confirmar mis sospechas, y efectivamente eran ellos.

Frente a mis ojos se encontraban Daniella Niddle, Krishna Cox, Camile Santana, Logan Miller, Zack Villanova, Mike Gibson y Patrick Dane, mi antiguo grupo de amigos.

-¿Sara?. –habló Logan. –Sara Morgan, llevamos mucho tiempo sin verte. –se levantó de inmediato del césped y caminó hacia mí. –acompáñanos. –insistió mientras tomaba mi brazo y me llevaba hacia los chicos.

-Podrían verme en la escuela perfectamente. –murmuré por lo bajo.

-Sigues haciendo eso. –comentó Zack. –y bueno, es cierto, nosotros nos alejamos.

-Pero ahora estás aquí. –agregó Krishna mientras me extendía una de las botellas.

-No, gracias. –negué con la cabeza.

-Por favor. –susurró Logan a mi lado. –por las viejas amistades.

-No somos amigos. –reí con ironía.

-Deja todo eso atrás, por favor. –Camille se levantó. –Zack, ¿me acompañas a casa?.

-Claro. –respondió el moreno.

-Yo también me iré. –comenté sin expresión.

-Por lo menos nos darás tu número, ¿no es así?. –preguntó Mike algo temeroso, como si la pregunta estuviera fuera de lugar.

-Tal vez. –me levanté de inmediato. –pero no hoy. –me volteé y comencé a caminar en dirección a mi casa.

Dicen que perdonar está bien, hacer las paces con las personas que alguna vez te hicieron daño de alguna u otra forma, pero primero debo hacer las paces conmigo misma, y creo que aún no estoy lista para eso.

[...]

Me encontraba viendo una vieja película noventera, las luces estaban apagadas, el reloj marcaba las 22:36hrs., mamá aún no llegaba.

Cuando esto ocurre, suele suceder que de camino a casa se encontró con algún conocido, decidió cenar fuera, tuvo problemas en el hospital o fue de compras para la cena. La última es la menos probable, pero me encantaría que así fuera. Me estoy acabando mi caja de cereales.

Me levanté del viejo sillón y caminé hasta la cocina, dejé la caja vacía sobre la isla, tomé uno de los vasos limpios, lo llené con agua y con la espalda apoyada sobre la pared comencé a dar pequeños sorbos mientras escuchaba los dramas adolescentes de la película.

Tal vez debía ir a dormir.

Dejé el vaso junto a la caja de cereales, apagué la luz de la cocina y luego el televisor de la sala, solté un largo suspiro y caminé hasta las escaleras. El timbre sonó y no pude evitar rodar los ojos.