𝗨𝗻𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘀𝗶𝗻 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗲𝘇

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El mundo ha vuelto a lo que solía ser.
Los huecos finalmente cayeron, haciéndose cenizas. Finalmente encontrando la paz, algo que se les había arrebatado a la fuerza. Lordran volvió de las cenizas, siendo comandada por Gwynevere, la Princesa de la Luz Solar, quien había regresado finalmente. Cuando la esperanza parecía ya perdida, las llamas lanzaron una última flama, resplandeciente, hermosa y única.

Un caballero sin nombre, cuya persona y procedencia eran desconocidas. Habiendo pasado quien sabe cuanto tiempo en el "Refugio de los no muertos del norte", llegó a Lordran. Él, en solitario y desde cero, terminó derrotando a Gwyn, el señor de la Luz Solar, y, regresando a lo que solía ser antes de la maldición.

Un ser con habilidades más allá de lo humano, con un corazón bondadoso, con grandes amistades, amable, un sol reencarnado... se desvaneció con la llama.

De eso ya hace varios años.
Estoy sumamente agradecida con él. Llegó a mi vida de la nada, y desde el primer momento, comenzó a cuidarme. Estando a mi lado cada vez que volvía, hablándome de sus aventuras, durmiendo tranquilamente al lado de los barrotes que nos separaban.

Lo amé. De hecho, sigo amándole, aún tras estos años.
Todo ha cambiado bastante desde aquel día. El guerrero alicaído se fue el norte con una dama que conoció, Laurentius conoció a otra piromántica, y junto a ella, viajó en búsqueda de más conocimientos por el mundo. Petrus de Thoruland se quedó con Reah, aquella mujer que el caballero salvó al ir a las catacumbas. Y así con todos; encontraron algo que les movía y siguieron su camino. 

Yo no hice nada así, ¿por qué? bueno, hacía mucho que lo había encontrado, solamente que ya no se encontraba conmigo. 

Como antigua guardiana del fuego, fui acogida por Gwynevere en Anor Londo, en donde me encuentro actualmente. Procuro trabajar, aunque en realidad nadie me obliga a hacerlo. Tengo un lugar en este enigmático sitio, así que quiero sentirme útil para con los demás. También... pese a que en mi infancia nunca tuve una buena referencia, conseguí amigos aquí.

Se siente bien.
Realmente me perdía de mucho, ahí encerrada en aquel pozo... pero si se me permitiera cambiar mi pasado para vivir de una mejor manera; no lo haría. Sino hubiese conocido al caballero... no estaría como estoy ahora, con esta... felicidad. Lo extraño. Cada día, al recostarme, tengo la esperanza de escucharle hablar otra vez sobre sus aventuras, de ver esos preciosos ojos prestarme atención... de tomar su mano.

"era un ser único, un alma excepcional que tenía una perseverancia infinita"  una vez, cuando tuve que ir con Gwynevere por un envargo que tenía, ella me soltó esa frase. Sabía muy bien mi relación con él... debido a que siempre que venía aquí, hablaba sobre mí.

Ese tonto... como quisiera abrazarlo una vez más.
Pero así son las cosas, ¿no? no hay nada que pueda hacer... más que recordarle.
Solo queda seguir, y descubrir que me depara la vida.

Como te adoro, ──────.
En donde sea que te encuentres dentro de esa llama, espero que estés bien.
Te amo, y... descansa, mi bello caballero de ojos esmeralda.

Dark Souls: Beyond PainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora