─Estoy considerando... cambiar de lugar... esa guardiana me ha servido bien, pero... suficiente con ella.
Oigo una voz, ya que no estoy completamente perdida en el limbo de mi mente esta vez.
Al parecer, el caballero Lautrec ha dicho algo, pero... ¿eh? ¿suficiente conmigo...? ¿Qué-?
─¡¡...!!
[Lautrec toma a la dama del fuego por el cuello, arrastrándola hacia los barrotes, ya que esta estaba lo suficientemente cerca. La aprisiona violentamente contra el frío y oxidado metal de los tubos, esta sangra por la frente, ya que el de armadura dorada la golpea con mucha fuerza.El pánico recorre el cuerpo entero de la fémina, que no sabe hacer otra cosa más que sonidos llenos de terror. Del contrario pueden oírse pequeñas risas, como si el abusar de alguien que no puede defenderse le divirtiera.]
"¡Caballero...! ¡ayuda, por favor! ¡¿dónde estás, caballero no muerto?!" En ese momento, en todo lo que podía pensar era en que NECESITABA la ayuda de aquel hombre que había estado a su lado, hablando con ella, descansado, durmiendo. Sin embargo, así no funcionan las cosas.
¿eh? ¿qué pasa...?
De repente, m-me siento... ah...
Me pesa... el cuerpo... m-me siento desorientada... ¿mareada...?
[Entonces, la dama bajó la mirada, notando una espada atravesando su estómago. La sangre comenzó a chorrear, y, antes de que pudiera pensar algo más, la afilada arma salió de su cuerpo, dejando fluir toda la sangre. Ella ya no tiene la más mínima fuerza para sostener su cuerpo, y luego de que Lautrec retirara el arma, ella cae al suelo por la gravedad.
El asesino se retira en silencio, mientras que la doncella yace en el solitario suelo de aquella cueva. Desangrándose, apenas puede pensar gran cosa, aunque... no siente dolor. Solo siente como se apaga lentamente, viendo tenuemente la luz de procedente de afuera.]
¿dónde... estás? Quiero... deseo... verte una vez más...
Caballero... ven, ¿sí...? solo... pido... eso.
Siendo así, la dama del fuego dejó de respirar.
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Dark Souls: Beyond Pain
FanficAnastacia de Astora ha llevado una vida que solo ha conocido el dolor. Sin embargo, un día, una alma desconocida, pero cálida, aparecería en su vida.