diecisiete

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❛nunca serás alguien importante❜

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nunca serás alguien importante

Al llegar a Pier Burger, todos bajamos con ganas, pues teníamos bastante hambre. Madison había llegado antes, puesto que vivía más cerca. La saludé con un abrazo y ella me sonrió.

—Hola— Le dijo Drew con algo de timidez.

—Hola, ¿Drew? —Ella frunció el ceño, no muy segura de si era su nombre. Drew asintió, sonriente. Los demás reímos un poco en voz baja—. Encantada.

—Igualmente -parecía que Drew saldría volando entre las nubes en cualquier momento.

Todos entramos en el restaurante mientras Rudy se reía de su amigo y le hacía bromas para que él otro se enfadase. Nos sentamos en la mesa de siempre, grande y pegada al cristal que daba a la calle. Tenía vistas a la playa, que estaba a bastantes metros. Pier Burger estaba en la playa de Santa Mónica, por lo que solía haber mucha gente que pasaba por allí y solía haber mucho ambiente.

Detrás se encontraba el parque de atracciones, así que muchas familias y grupos de amigos comían allí o cenaban. Nosotros íbamos allí por tradición.

Pedimos todos una hamburguesa con patatas y nuestro respectivo refresco.

—¿Qué tal ha salido el corto? -preguntó Madison, interesada en la respuesta.

—Genial— se adelantó a responder Drew— Creo que cuando lo edite podremos estar satisfechos.

—¿Podremos ir a ver la presentación?— pregunté yo.

—Claro—me respondió Chase, encogiéndose de hombros—. Es un pequeño festival en la Universidad y puede ir quien quiera.

—¿Cuándo?

—El diez de noviembre, el día que se entrega.

Madison y yo nos miramos, de manera cómplice, y sonreímos un poco.

—Nosotras vamos —dijo Madison.

—¿En serio?— preguntó Drew, frunciendo el ceño.

—Totalmente —respondí yo. Rudy resopló—. ¿Qué pasa ahora?

En ese momento llegó la camarera y trajo nuestro pedido en un carrito para poder llevar todo. Dejó todas las bandejas en la mesa y fuimos repartiéndolas a cada uno.

—Que si no he tenido suficiente contigo en la grabación ahora te tendré que soportar en el festival -respondió el rubio con asco fingido, sabía que no lo decía en serio.

Pero yo le lancé una patata, como solía hacer, y esta vez le dio en el ojo. Me miró enfadado y los demás rieron un poco.

—Soy la mejor compañía que jamás tendrás —él no pareció creer mis palabras—. Además... —me sentí valiente para bromear sobre el tema—. Para tus padres somos pareja, ¿recuerdas?

breezeblocks || rudy pankowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora