[11] Arreglo Frutal

820 74 58
                                    

27 de Diciembre del 2038
Departamento de Rafael
6:30 am
Connor.

El ambiente más incómodo de todo el mundo, la noche anterior había sido bastante engorrosa para ambos androides, después de que Rafael llegara al rescate de ambos llevó a ambos Connor a la casa del teniente Anderson quien está a sentado en su sofá meditando todo lo que debía hacer para no sentirse más mierda de lo que ya se sentía.

El timbre sonó, el hombre de ojos azules se levantó de su mueble para ir abrir la puerta, al hacerlo su mirada cambió a una de preocupación al ver a un joven de ojos avellanas bastante consternado.

-Connor, ¿Que ha pasado?-pregunto extrañado el mayor quien no recibió respuesta.

-Ya llegue teniente, deje que me vaya a cambiar, horita hablamos-dijo el más joven pasando directo al baño.

Connor se sentó en el piso del baño, puso sus manos en su rostro, estaba muy consternado por todo lo que había acontecido y lo que se venía, los problemas con el teniente ya no eran su primordial problema, ahora lo eran esos supuestos modelos defectuosos de la serie RK800, estaba dudoso de confiar en el otro Connor, pero no tenía más pistas.

El joven pasó ambas manos por su cabello peinándolo hacia atrás, suspiro sonoramente para sacar un poco la frustración que sentía por tanto pensamientos.

Se quitó la ropa doblando todo perfectamente y poniéndolo a un lado, se metió a la ducha para echarse un baño fugaz con agua tibia.

Hank por su parte estaba parado en la cocina viendo un vaso de agua, estaba extrañado por la mirada indiferente del androide, él había sido una mierda los últimos dos días, pero aun así el revivir esa mirada del androide le molesto bastante.

El teniente se agarró de la barbilla, se puso a pensar tantas cosas en tan pocos minutos que no escucho al androide cuando salió del baño ya listo, el joven volteo a ver a su compañero, había meditado en la ducha y era momento de hablarle sobre lo que estaba pasando.

El teléfono del hogar sonó siendo atendido por el androide quien solos escucho el sollozo de un niño del otro lado de la línea helando su sangre azul. Era el mismo patrón de sonido que había escuchado dentro de la programación del otro Connor.

-Te encontré-sonó una voz como la suya pero un poco distorsionada.

-¿Quién eres?-preguntó serio tal cual máquina-¿Qué quieres de mí?

-Te encontré-volvió a decir aquella voz.

Hank al darse cuenta de que el androide tenía el teléfono en la mano se le quedó mirando para ver que hacía de seguro era una broma, el teléfono nunca sonó.

-Connor, ya déjate de jodidas bromas para llamar la atención no eres un puto niño-al ver que el androide no prestaba atención recibió una llamada de Rafael del departamento de protección para niños-Aquí Teniente Anderson.

-Anderson, tenemos un problema, venga a mi casa ya-ordenó el de menor rango a su superior.

Sin poder contestar a la llamada Connor cayó al piso en un golpe seco, su ojos estaban abiertos pero al parecer no tenían vida alguna en ellos, Hank tomó rápidamente al androide del suelo y lo cubrió con mantas, el se fue a cambiar, no sabía por qué lo hacía, pero algo estaba pasando más allá de su propio trabajo.

Connor por su parte se encontraba en el mismo lugar oscuro donde lo había llevado el otro Connor, no podía entender por qué estaba pasando todo aquello y en ese mismo momento.

El llanto de un niño llamó su atención, aquel gélido gimoteo en la oscuridad era aterrador, y está a cerca, demasiado. Connor se revolvió en su mismo lugar, sentía los pies pegados en el piso, el gimoteo se acercó más, era más fuertes, pero esta vez hacía frío.

Un nuevo comienzo (Hank x Connor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora