[6] Nueva Imagen, y problemas

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21 de Diciembre del 2038
Departamento de Policía de Detroit
11:45 am
Connor

Connor estaba distraído, sus pensamientos eran nada más de esa extraña mañana donde amaneció entre dos grandes brazos que lo rodeaban como a un peluche. La noche anterior un fuerte ataque de ansiedad lo sorprendió, el pánico, dolor y rabia, todo había sido tan rápido que su sistema casi colapsa, en lo muy profundo de su corazón agradeció lo que hizo el teniente. Pero no espero amanecer abrazado a él.

Se dio el tupe de rodearle con los brazos el teniente estaba un poquito más delgado, el haber bajado dos tallas era exageración del teniente, se apretó un poco más a él abrazándole, era tener como tener una almohada gigante, pego su cabeza al pecho ajeno, era suave y calentito, con mucho pesar se removió para levantarse de aquel abrazo.

El recordar la sensación de la barba rasposa del contrario en su frente lo hacía sentir extraño, cuando abrió sus ojos esa mañana más temprano de lo normal se sentía muy triste, pero al mirar a su costado toda aquella mala sensación en su corazón se disipó, así que decidió quedarse en ese abrazo más tiempo. Preguntándose así mismo ¿Por qué decidió quedarse entre los fuertes brazos de su compañero?

Connor salió de sus pensamientos por los gritos de Gavin que lo estaba llamando, este tenía una cara de culo gigantesca, sin duda sería un día largo ya que el teniente llegaría tarde, tenia lagunas cosas que hacer.

—Maldita hojalata de mierda—llamó cansado el detective quien azotó el puño en el puesto del androide.

—¿Que quiere detective Reed?—pregunto seco, le quería meter una trompada en toda la jeta para que cerrará su boca y dejara de insultar.

—Nos asignaron un caso en conjunto, ponte las pilas y deja de pensar en pajaritos preñados—dijo el detective alejándose a su puesto.

Gavin era insoportable para el androide, siempre le insultaba de maneras súper despectivas, le gustaba que estuviera consciente de que era una máquina, el joven de ojos avellanas suspiro un poco, a su mente llegó una cuerda de imágenes del otro Connor siendo golpeado e insultado, todo era tan vivido para el que sintió el escupitajo que aquel hombre le lanzo en la cara a su predecesor, en ese lugar no podía darle un ataque de ansiedad como el de anoche.

Connor sutilmente tapo con su mano su Led para que no se viera el color rojo, tenso la mandíbula aguantando el dolor y se sentó derecho en su silla, maldito el día en que bajo la guardia contra ese androide, nada le hubiera pasado y no tendría que vivir con ese virus en su sistema.

Un virus, si así lo podía llamar, algo indescriptible para su interfaz tan avanzada, era más una emoción humana que invadió su sistema, todo eso era odio, el otro Connor sentía un repudio tan grande hacia la humanidad que le pasó su predecesor.

Connor se levantó de la silla, camino hasta donde el detective y se sentó a un lado de este, los minutos pasaron en silencio leyendo el caso que les habían dado.

Consistía en una cierta cantidad de asesinatos en lugares distintos, fechas distintas, personas extrañas, no tenían ningún sentido, motivo o detonante en especial, todo fue en el momento menos indicado para la persona, pero tenían una pequeña cosa en común había sido hechos segundo el único testigo que sobrevivió por un ser de ojos rojos y cara malévola, para ellos el diablo.

El androide bufo un poco, era cierto que lo seres humanos eran idealistas a ciertas imágenes y tenían fuertes creencias por algo más allá que según era religioso, todo parecido a los androides y su fanatismo con RA9.

Al terminar de hojear todo hizo un detallado análisis de las situaciones, los perfiles de las víctimas y llego a una conclusión, era demasiado fácil, parecía una trampa.

Un nuevo comienzo (Hank x Connor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora