12 de Diciembre del 2020
Departamento de Policía de Detroit
10:25 am
ConnorEsa mañana había sido muy estresante para el androide, el haber vivido un mes con el teniente, fue como un calvario de subidas y bajadas en una montaña rusa, junto a sus problemas para poder encajar en el día a día de poder integrarse a la sociedad.
Gracias al cielo lo habían aceptado en el trabajo de detective, el mayor apoyo que tuvo fue el de sui creador Elijah Kasmki quien dio su visto bueno para que el androide trabajará siendo un divergente, a pesar de que muchos no estuvieron de acuerdo porque era un modelo muy nuevo el peso del CEO fue mayor que la opinión y no pudieron atreverse a seguir rechazándola. El capitán Fowler era igual de estricto con él como los demás policías de la comisaría, sin dejar su típico tono despectivo.
El mes pasado fue un desastre total, todos los divergentes libres hacían destrozos en la ciudad debido a los constantes llamados de intolerancia de las personas con las maquinas, y para empeorar la situación las familias las que brindaban un resguardo para esos amigos eran acosadas por los grupos anti-androides.
La ciudad pasaba por un momento muy tenso, la reincorporación a las actividades cotidianas englobadas mayormente por los androides divergentes eran muy importantes, eso determinaría el desarrollo entre la convivencia de humanos y androides, debido a la gran tasa de desempleo que existía, gracias a eso se dividieron los horarios de empleo para humanos y maquinas, llevando a un equilibrio en la opinión pública, muchos pensaron que su ciudad no era la misma y eso no les gustaba.
Connor suspiro angustiado, tenía mucho estrés acumulado en su sistema, su compañero había estado de muy mal humor las últimas dos semanas, gracias a la fecha y sumado a como era Hank en casa, todo se ponía peor, el androide se la pasaba ordenando el desastre del hogar del teniente, este le gritaba siempre por que no estaba acostumbrado a un estilo de vida tan moderado y ordenado.
El androide de ojos avellanas siempre le recriminaba su forma descontrolada de beber, no llegaba a ningún lado porque el teniente se ponía irritable, enojado y violento, haciendo las situaciones menos llevaderas para ambos.
Hank miró a su compañero de reojo, estaba molesto con el androide, se la pasaba queriendo controlar su vida y eso al mayor no le gustaba, a pesar de estar feliz por tenerle de vuelta como un compañero de trabajo y de que el androide se estaba ganando un puesto como su amigo, le tocaba bastante los huevos que fuera un mandón.
El más alto de ojos azules se levantó de su puesto mirando al androide quien venía de la cafetería para entregarle un café, suponiendo que para hacer las paces, Hank iba abrir la boca para decirle algo, pero el joven lo interrumpió alzando un dedo.
—Teniente, perdone que lo moleste pero tenemos un caso—agrego el joven con una mirada un poco perdida—Después se puede tomar su café.
Hank no le dijo nada, no quería ni dirigirle la palabra, esa mañana temprano el androide lo había descubierto bebiendo una botella de vodka y comiendo frituras, había pasado toda la noche en eso, mirando la foto de su hijo, se acercaba navidad y eso lo ponía mucho más hostil de lo normal.
Ambos salieron de la comisaría, la tensión entre esos dos era palpable por los demás detectives del lugar, sobre todo un molestoso ser humano se aprovecharía de fastidiarlos un poco, pero debía de buscar el momento correcto.
Connor manejaba el carro del teniente, no quería cruzar palabras con el tampoco, no sabía como debía actuar, estaba muy confundido sobre el querer expresar esos sentimientos tan fastidiosos que sentía en su estómago, así que decidió guardarlo para sí mismo, le molestaba el hecho de que Hank no le hiciera un poco de caso a lo que él decía.
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Un nuevo comienzo (Hank x Connor)
RomanceEl día que regreso a los brazos de su compañero fue el mejor día de su vida, pero ¿Que haría de ahora en adelante?, no tenía ninguna misión que realizar, era un divergente libre, sin propósito para vivir. Su trabajo es lo único que tiene, lo hace fe...