En esta historia se narra la travesía de personas que no poseen nada en especial. Tanto como tú o yo, ellos pueden cometer errores y morir en cualquier instante.
No esperes que los villanos solo causen un problema y se vayan del mundo, si eso fuera...
- Existe un problema con ese plan.- Dijo un joven príncipe subiendo los pies a la enorme mesa que poseía en su habitación.- Es muy tonto pensar que vamos a engañar a miles de personas solo con anunciar quien lo ha matado.
- Joven Oscar.- Interpuso un caballero refinado y con un porte perfecto. Sus movimientos eran la definición de nobleza.
- ¿Mmm?- El príncipe arqueó su mirada.
- Como dijo un hombre poderoso en tiempos de antaño "Todo lo que se diga dentro de las penumbras de mi residencia ha de ser verdad. Pues si no hay un testigo que afirme lo contrario, el poder que poseo me hará con la ventaja. Y si es que hay alguien que me vea, siempre se puede silenciar a una persona de forma permanente."
- Me sorprende que con su sabiduría aún no haya llegado a ser rey.- Dijo el príncipe en tono burlón.- Parece ser que ni toda la experiencia en el mundo puede darte el trono. Eso solo lo otorga tu linaje.
- No todos los reyes han sido hijos de reyes.- Le miró sonriente.- Así como no todo aquel con poder porta una corona.
El príncipe se puso de pie.- ¡Cuidado con lo que dices!- Caminó viendo como aquel hombre le hacia una reverencia. Suspiró.- Entonces será dentro de dos meses.
- Así es majestad.- La oscuridad cubría la mitad del rostro del hombre, ocultando su sonrisa.- Su padre, el rey, morirá. Usted quedará como un héroe, y dos peones serán ejecutados.
- Lo hace sonar taan fácil.
- Es mi trabajo.
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