En un instante aparecimos en medio de la habitación de Samay. —Karle, no debes reaccionar así, menos con alguien del rango de Azrael, prácticamente esta casi al nivel del Gran Juez —, la solté y me senté en el suelo.
—Es un ..., lo siento, nunca había tratado con alguien tan ¡irritante! —, ella me miraba con molestia.
—Ya me disculpé, sí, no lo hagas más difícil —, me tomó de la mano haciendo que me levantara bruscamente.
—Llévame de vuelta, si ibas a irte debiste hacerlo sola, entiendo que no puedo sentir estas emociones tuyas, pero ya detente con esas formas de actuar —. Ella realmente no podía entender mis emociones.
Trataba de no sentirlas y no demostrarlas, eso solo resultaba en una explosión de sensaciones en un momento determinado, terminé de levantarme, toqué su brazo transportándonos de regreso y al momento volví a su casa, pero esta vez sola.
Cada decisión que tomaba no era adecuada, no debí aceptar desplegar esa estrategia encubierta con Neferet, no debí transportarme a ese bosque para «vengarme» de Osdeus por querer manipularme.
No debí quedarme con Samay cuando apareció la marca, no debí rendirme con mi idea de escapar con Nefi.
La irá que sentía no se comparaba con nada que hubiera sentido antes, todo esto era culpa de ese maldito arconte y este sello en mi muñeca que solo había arruinado mi vida, me había arrebatado a mi mejor amiga.
Iba a ir por él, no permitiría que se quedara en esa celda, lo haría pagar por lo que hizo, si ella no iba a estar aquí tampoco se lo permitiría a Osdeus, mi oportunidad de buscarlo era esta, aparecí en la oficina de registros de los prisioneros para encontrar su paradero.
—Capitana primera Karlesti, reportándose para misión —, salude con la posición habitual al Bequeis que estaba en la oficina de recursos.
—Capitana no he recibido órdenes de nuevas misiones y veo que no está vestida para una —, olvidé cambiar la armadura especial por la que siempre usaba.
—Me encontraba en una misión con la corte de Azrael, vine de inmediato al terminarse para reportarme —, me arrepentí por venir hasta aquí sin pensar en un plan.
—No tengo órdenes para ti, tal vez puedas ayudar a organizar un poco los informes —, era claro que iba a aprovecharse para que hiciera su trabajo, mientras organizaba podría buscar la ubicación de Osdeus.
—Estos son todos los informes, debes organizarlos por fecha de llegada, puedes llamarme Ilmor —, me pidió extender mi brazo derecho para ponerme la ajorca de seguridad para ingresar a los sistemas.
Le dije que estaba un poco adolorida por la misión anterior, así que la puso en el otro brazo, no quería que viera la variante de color en el sello, tampoco sabía si todos se habían enterado del caso o lo que ocurrió.
Siempre intentábamos mantener los casos lo menos disperso posible entre los eónes, sin embargo, con el caso del primer ónix que «traicionaba» al Gran Juez muchos debieron enterarse.
—Gracias Ilmor, comenzaré con el trabajo —, todos eran informes de prisioneros, a pesar de eso no encontraba el que necesitaba, continué hasta terminar, nadie del equipo intentó contactarme en las dos horas que habían pasado, seguro estaban rindiendo pleitesía a su «Señor».
—Ilmor, todo está organizado ¿Puedo ayudarte con otras tareas? —, se acercó a revisar que todo estuviera en orden. —En realidad no, hiciste en dos horas lo que la mayoría hace en un día, gracias, puedes retirarte o quedarte para hacerme compañía —, era mi oportunidad de sacar la información.
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Hija De Guerreros 🛡️
FantasyLa realidad está dividida en dimensiones con variadas razas que viven en cada una de ellas, algunas conocen la existencia de las otras, las demás solo lo ven como un mito. Karlesti es un neutrino que por la inminente muerte de sus padres fue dejada...