Capítulo 4 - El juicio

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El día de mi testimonio había llegado, una luz que venía de afuera llamó mi atención por lo que salí de la habitación para comenzar a seguir aquella lumbrera que se movía rápidamente por todo el lugar hasta que se detuvo al dar la vuelta en el pasillo, corrí a toda velocidad lanzándome sobre aquella luz.

—¡Ay! — chilló la luz — ¿Qué haces Karle? —

Conocía esa voz era Janot uno de mis tenientes, me dijo que era la única forma que encontró para entrar a hablar conmigo.

Me contó todo lo que sabía del caso solo varió en que la única acusada que quedaba era Nefi.

El día anterior Seve terminó siendo inocente solo con una infracción leve por no esperar órdenes para capturar a Osdeus aun teniendo una superior en el equipo.

El resto del equipo había vuelto a retomar su trabajo, sin embargo, Seve debía esperar para saber que corrección iban a darle y luego podría volver al equipo.

La situación con Nefi era complicada, los togte habían encontrado pruebas sobre memorias claras de todo lo que había pasado en el restaurante así que estuvo mintiendo todo el tiempo, solo lo que yo dijera podría salvarla.

En ese momento apareció Samay —¿Con quién hablas? — Me di la vuelta sonriendo, —estaba hablando sola —, voltee para asegurarme que la luz había desaparecido, así fue, ya no estaba.

No quería comprometer más a Janot en esta situación, sabía que el equipo estaba de mi lado en lo que necesitara, también creían que debíamos averiguar que era la marca de la que solo ellos y unos pocos rangos altos habían visto imágenes.

—Es hora de irnos Karle. — Extendió su mano para que me levantara del suelo.

—Debía llegar este momento tengo que enfrentarlo. — Me dirigí hacia la puerta hasta que Samay me tomo de la mano lo que me hizo voltear a verla.

—No puedes ir así. —Estaba mirando mis muñecas.

—¿Así? — Dije con un tono molesto.

—Debo encadenarte, también dos nak - o vendrán para escoltarte hasta el juicio. — Hizo aparecer unas cadenas doradas que comenzó a pasar por mis manos.

—Entiendo, soy una amenaza con esta arcontica marca en mi muñeca —, susurré.

—Muchos te creerían una amenaza sin esa marca, algunos dicen que eres más fuerte que la coronel, pero por no ser un eón no vas a poder ascender a otro rango —.

No volví a hablar hasta que los nak - o llegaron, traían una gruesa cadena, Samay les dijo que no sería necesario ya me había atado con cadenas que fueron creadas por su poder, me harían quedar inconsciente ante cualquier intento de escape.

—Entonces ¿tienen miedo de mí? — Dije dirigiéndome a Samay.

—Nunca te tendría miedo Karle, pero debo seguir las órdenes de los poderes. — Me dio un beso en la mejilla que me hizo sentir tranquila parecía que también te ayudaba a curar tus emociones.

Ambos nak - o me tomaron de los brazos abrieron sus alas para comenzar a ascender hacía el lugar del juicio Samay iba detrás de nosotros, sentía que quería correr.

No sería difícil escapar de dos nak - o aunque no sabía si debajo de esas varias alas cubiertas de ojos se ocultaban más brazos en forma de patas de león.

Aún no lograba descifrar si las cadenas realmente me harían caer al instante o solo lo dijo para que no me ataran más evitando mayor humillación.

Cerré los ojos buscando limpiar mi mente de todo pensamiento no iba a escapar me haría ver culpable, además, tenía que ir por mi amiga buscar sacarla de ahí siendo inocente.

Hija De Guerreros 🛡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora