Capítulo 1 - Dimensión central

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«Nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al rey de la tierra, rodéate ahora de muros, hija de guerreros.»

Levante mi cabeza para observar la hora en el reloj que flotaba junto a mí, en el tribunal de la dimensión central el tiempo parece eterno, eran las 6:30 pm hora de ir por mi siguiente caso.

Abrí las puertas, a continuación pude sentir como la mirada de todos me seguía mientras caminaba por el largo pasillo en dirección a los poderes, nuestro creador.

Estaba vestido con una armadura azulada creada con una mezcla de telar y zafirub el material más resistente que existe.

Cuatro brazos salen de su torso todos ocupados en este momento por un acumulo de notas, su rostro no podía ser apreciado pues una máscara sin expresión lo cubría, solo lo he escuchado hablar para dar el dictamen final «inocente o culpable».

Llegué hasta él e hice una reverencia, me entregó los documentos con la información de mi caso - es uno difícil. - Escuché como susurraba el arfeis que estaba a su lado, tuve que hojear la carpeta rápidamente y cerrarla, decidí escudriñarla afuera.

Mi morfología mientras estaba en esta dimensión era meliflua, me manifestaba con unos ojos grandes de color violeta que contrastaban con unos labios de tamaño mediano, nariz aguileña, unas mejillas redondeadas, cabello violeta ondulado que caía hasta la mitad de mi espalda y estatura promedio.

Utilizaba una falda blanca que llegaba hasta mi rodilla dejando notar lo curvilíneo de mi cuerpo, una blusa del mismo tono con incrustaciones de rubí en la espalda que formaban el emblema del equipo de élite haciendo alusión a mi rango, unos zapatos de tacón delgado transparente semejante al cristal que sería imposible caminar con ellos en un estado de mortal.

Caminé por los pasillos hasta llegar a la sala de reunión, en su interior me esperaba sentado con cara bastante atónita el teniente Eleccti, no estaba el resto del equipo, por lo que supe que nada bueno estaba pasando.

—¿Dónde están los demás? — Pregunté.

-Se atrasaron un poco con el último caso, además, ya sabes como es el mayor con estos casos «especiales» -, hizo énfasis en esta última palabra.

-Hace tres horas terminamos con ese caso, necesito que me diga que está pasando teniente, no quiero que la coronel se entere de problemas. - Mi paciencia se agotaba cada vez más.

-El equipo está en ... - En ese momento el mayor Severecord entró a la sala, seguido por la capitana segunda Alex, la capitana primera Samay, el teniente Shad, el teniente Janot y la coronel Neferet.

Al ver a la coronel, Eleccti y yo ocupamos posición de saludo, elevando la mano derecha al lado de nuestra cara mientras mostrábamos la palma hacía adelante y la mano izquierda detrás de la espalda, erguidos con nuestras piernas juntas.

-Pueden ponerse todos cómodos. Capitana Karlesti, llamé al equipo para informarles que debo participar en el caso que el Gran Juez le entregó hace un rato -, comentó la coronel Neferet, mientras abría varias carpetas sobre la mesa que traía en sus manos.

Ocupé mi lugar en la mesa atenta a las palabras de la coronel, sabía que el caso era complicado por el comentario que escuché del arfeis aunque no pensé que sería necesario el apoyo de todo el equipo adicionando una ayuda de ese nivel.

En efecto no me molestaba en lo absoluto, la coronel es mi amiga desde hace tantos años que ya ni podía contarlos, fue la que me dio la oportunidad de incorporarme en la fuerza para hacer parte de este equipo especializado de élite, tal vez solo me preocupaba que la situación fuera demasiado peligrosa, ella iba a poner su vida para proteger al resto de nosotros.

Hija De Guerreros 🛡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora