Akatani Yamikumo y Gogo Katsuki iban caminando tranquilamente por las puertas de su escuela, la UA una de las más grandes y conocidas escuelas de héroes de todo Japón. Hasta que un misterioso portal apareció arrastrándolos a ellos dos a un lugar alg...
Diferentes alarmas fueron despertándolos de a poco, de no haber sido por el mal dormir todo hubiera sido más fácil. Mikumo ha despertado con una calmada alarma cosa que lo hizo levantarse pero no despertar, entonces se produjo una explosión de gritos, producto a su lentitud, que terminaron haciendo que su corazón casi se salga del susto. Todo lo contrario para Gogo, quien se encontró el despertador de su héroe favorito pero distinto, diciendo “Watashi ga kita, Shōnen!” al menos en sus sueños teniendo el mismo resultado que Yami, sólo que la voz e intenciones de Midoriya fueron muchísimo más calmados y dulces acompañado de una suave sacudida. Él es realmente un ángel que alegró por completo su mañana, pero no su noche. Era mucho más cómodo dormir en la cama de su amigo de la infancia mientras su cabeza reposaba en su pecho.
En el desayuno no convivieron puesto a que Izuku se levanta un poco antes que su amigo de la infancia. Katsuki prefiere levantarse en un momento en el que el pecoso no esté rondando por los lados. Ni Yami ni Gogo tienen idea de la relación problemática que tienen sus contrarios por lo cual ambos esperaban ansiosamente por al menos verse en ese momento especial en la mañana como solía pasar en su hogar pero no se dio al caso. Ambos en sus diferentes tiempos, fueron a la oficina del director Nezu quien tenía ya una variedad de uniformes con diferentes talles preparados para ellos, más de que les devolvieron las cosas que traían del otro mundo.
Una vez ya siendo acomodados en esa nueva escuela, con sus diferencias a sus opuestos, sólo pudieron verse en los corredores pero no acercarse ya que el cenizo fue llamado por los amigos del otro cenizo menor. Yami quien tenía la mano en alto levemente en un saludo la bajó junto a su vista, sintiéndose solo alrededor de gente que no conoce, a la distancia era observado por otro cenizo quien frunció el ceño y siguió su camino con las manos en sus bolsillos.
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En un momento de descuido su hombro fue chocado por otro rubio pero éste tenía ojos grisáceos y estaba charlando con otro grupo de personas.
— ¿Huh? Disculpa ¿Quién eres? —Habló ese mismo con dulzura y una sonrisa pero sus ojos parecían moverse con rapidez y de un lado a otro.— Espera ¿Eres Midoriya? —Su rostro cambió totalmente a uno de disgusto. Yami lo observo perplejo pero pudiendo responder con rapidez.
«No puedo creer que haya un Monoma aquí también, el otro ya se hubiera puesto a gritar. Este parece más amable.»
— No, me estás confundiendo con mi primo. Un gusto en conocerte, mi nombre es Mikumo Akatani. Soy un estudiante de intercambio y umh...
“Tendrán que estar separados”
— estoy buscando a la clase B ¿Podrían ayudarme a ubicarla? No conozco nada y tengo miedo de perderme. —Rió con nerviosismo. A su contrario le brillaron los ojos.
— ¿Un chico nuevo en nuestra clase? y pariente del más molesto de la clase A ¡Es perfecto! ¡Finalmente alguien que nos ayudara a conseguir la fama que tiene el A! ¡Bienvenido seas! —Empezó a reír fuertemente abrazando por el hombro al menor Mikumo.