Malditos Portales

¿Dónde estamos?

— ¿El plan ya está en marcha?

— Ya casi, voy a crearlo lo suficiente grande para los dos sólo que... Intentaré algo diferente.

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— ¡Yami~! —Gritó el cenizo a lo lejos levantando los brazos por los aires en busca de ser notado por su amigo de hebras moradas el cual se irrita al escuchar su voz y esos respectivos pasos aproximarse. Se queda a esperarlo a pesar de que le fastidie esa idea hasta que finalmente lo alcanza. Era eso o ser perseguido hasta su casa.

— ¿qué sucede, Katsuki..? —Responde con voz de completo cansancio. Estar con el rubio realmente lo agotaba tanto física como mentalmente. Su energía inagotable es realmente un problema.

— ¡Vamos juntos hasta la estación de tren! Mi querida madre ha preparado una gran cena para mi, vamos juntos a comer ya que dudo que tú puedas preparar algo tan bueno gracias a tus pésimas habilidades con la cocina ¡Estoy seguro que esto si te deleitara! —Sonríe agitando los puños de arriba a abajo en completa emoción.

— Eso fue hiriente... Pero sólo si así dejas de gritar y de estar tan emocionado al respecto. Es la sexta vez en la semana que me invitas a comer, no la primera...

— ¿Ehh? Es porque te quiero y tambien porque quiero que tengas buena alimentación de parte de tu suegra para cuando nos casemos. —Sonríe mostrando sus blancas perlas.

— ¡N-no estamos saliendo y por nada en el mundo me casaría contigo!

— ¿Ehh? ¿Por qué no? ¡Soy lindo y siempre me preocupo por tu bienestar! —Infla las mejillas haciendo una expresión totalmente infantil y apretando los puños a sus costados. El más bajo suspira con pesadez.

— No se trata de ser lindo o no. Primero que nada: eres irritante y pegajoso cuando quieres.

— ¡Porque te quiero!

— Segundo: ¡USAS MIS COSAS SIN PERMISO Y NI SIQUIERA LAS LIMPIAS, LA OTRA VEZ USASTE MI TAZA Y NO LA LAVASTE! Lo mismo con mi pijama de Valiant ¡Que no sé porque quieres si eres mucho más alto que yo, te va pequeño!

— Eso sólo pasó una vez... Y lo de Valiant no fui yo, seguro lo olvidaste en algún lado... Eres muy despistado, Yami

—Tercero: ¡Te gusta verme dormir!

— Es que eres muy tierno cuando lo haces, tus mejillas se inflan y tu rostro es extremadamente pacifico, más los murmuros sobre tus sueños. Sin contar lo lindas que son tus reacciones cuando me acuesto a dormir a tu lado o beso tus mejillas. Es como si fuera automático; siempre te acomodas en mi pecho.

— ESO ES ATERRADOR, DEJA MI HABITACIÓN Y A MI DORMIR EN PAZ. Y Como cuarto lugar: eres posesivo y me asustas.

— ¡No es cierto!

— ¡La última vez me apartaste de Yuu sólo porque me pidió la hora!

— Mm... —«Es que tú no escuchas lo que yo» pensó sin demostrar otra expresión que no sea la de desinterés.

— ¿VES A LO QUE ME REFIERO? sólo iré contigo para que me dejes en paz de una maldita vez. —Responde con molestia hasta que es alzado por los aires por su compañero. Ante eso no reacciona.