Malditos Portales

Los dobles

— ¿Qué demonios quieren? ¡Más vale que sea importante, no soportaría estar un segundo más con este maldito nerd! —Se quejaba el rubio explosivo mientras caminaba a paso de elefante con las manos en sus bolsillos. Siendo guiados por otros dos profesores.

— Kacchan, ya calmate, estoy seguro que es importante, Aizawa-sensei no es de llamarnos porque si... —Intentó tranquilizar el pecoso pero es ignorado como la gran parte de las veces.

— ¡Como sea! Exijo que sea rápido —Volvió a quejarse.

— No lo entiendes, Bakugou-kun, esto tomará más que un momento... Es realmente importante para ti —Intentó explicar Midnight.

— ¿Y de qué se trata? No nos han dicho nada en todo el trayecto —Consultó Midoriya, él no tenía tanta prisa o estaba haciendo algo como su amigo de la infancia Katsuki pero es cierto que todo esto lo tenía con el corazón en la garganta por los nervios.

— No puedo explicarles lo que pasó, es realmente confuso pero ya verán, Aizawa está interrogándolos ahora mismo.

— ¿Interrogándolos?

Unos pasos más adelante se encontraron con las oficinas, sólo se podía ver el descuidado cabello de Aizawa observando algo que era tapado por una pared y el director Nezu a un lado observando lo mismo. Las pupilas de Izuku y Katsuki se achicaron al escuchar lo siguiente:

— Y entonces aparecimos aquí, no tenemos idea de que fue lo que ocurrió pero queremos volver a casa.

Era exactamente la misma voz que la del cenizo. Apresuraron el paso hasta ver por completo de qué personas se trataban eran ¿Ellos mismos? Digo, eran iguales. Cuando hicieron contacto visual los cuatro tuvieron la misma expresión de pánico y sorpresa en sus rostros. Eran sus viles calcos el uno al otro. Los dos Izukus tenían las caras pálidas como si hubieran visto un fantasma, los dos Katsukis tenían los ojos abiertos como platos. Uno de los dos decidió acercarse.

— Katsuki, espera —Susurró un nervioso Yamikumo intentando llamar a su amigo. Quien sólo se paró en frente de su otro él y lo miró fijo.

— Esto es increíble... —Dijo el cenizo más alto y dio una vuelta alrededor del cenizo menor quien con extrañeza sólo sigue con la mirada— eres.. ¡Un yo pequeño! —Exclamó Gogo emocionado. Cortando cualquier ambiente serio del lugar. Aizawa y Akatani lo miraron con la misma expresión, pensando exactamente lo mismo.

«¿En serio eso es lo único que te importa?»

— ¡¿Haaah?! ¡¿Quien carajos eres tú, patético extra?! ¿Eres una puta copia barata o algo así? —La mirada del más alto se dirige a un lado diferente ignorando al otro cenizo. Como si no pudiera enojarlo más.

La expresión de Mikumo y Katsuki cambian cuando lo ven acercándose al peliverde.

—Mirate ¡Eres tan pequeño y adorable! —Habla Katsuki mirando a los ojos al pequeño Midoriya mientras tomaba sus manos. Era más pequeño que Yami cosa que notaba un brillo en los ojos escarlata del más alto. Izuku se sonroja completamente, era la voz de su amigo de la infancia, era él, pero más alto y con una diferente personalidad, sus ojos estaban siendo completamente captados por esos carmines.

Katsuki y Yamikumo observaban ese escenario con las cejas fruncidas.

— ¡Oi, no me ignores bastardo! —Gruñe Bakugou consiguiendo la atención del otro yo.

— ¡Ohhh eres un yo pequeño y enojón!

Hace cinco minutos estaba asustado ¿Por qué ahora está feliz burlándose de si mismo en otro mundo? Peor aún, lastimando el elevado ego de Katsuki Bakugou quien lo mira molesto como si estuviera asesinándolo con la mirada.