°°Two°°

4.2K 398 46
                                    

-Joven amo, desde el día de ayer he enviado sus supuestas respuestas a las propuestas de matrimonio-
-¿Algo más que deba saber, Sebastian?-
-Desde ayer he puesto cada cita en su agenda, para que pueda disponer de ella-
-Si la he visto hoy en la mañana sobre mi escritorio-
-Debo suponer que le ha hechado un vistazo y por lo tanto sabe que hoy vendrá el Duque Joseph de tan solo veinte años de edad, justo al límite de lo que me ha pedido-
-¡No lo revise! - decía algo exaltado el conde poniendo sus manos sobre su boca -prepara mi baño y dile a Mey-Rin que busque mis mejores ropas, después tu llamarás a Nina y que haga un traje diferente para cada cita-
-¿En verdad le interesa tanto eso? Aun es joven y posiblemente encuentre a alguien en otro momento-
-Es mi futuro Sebastian, debo lucir bien para cualquiera que vaya a ser mi pareja y sobre el conseguir pareja en otro momento es casi inprobable considero que mi edad es perfecta-
-Usted ya luce bien todos los días- susurraba el azabache mientras salía para preparar el baño del joven conde, ignorando un pequeño detalle que el mismo conde le había revelado.

Minutos más tarde el azulino subía directamente para tomar un baño tibio, Sebastian lo esperaba en el baño preparando las toallas que ocuparía el conde.

-El agua es perfecta, gracias Sebastian- decía Ciel mientras delicadamente dejaba que el agua cubriera su blanquecina piel.
-Es mi trabajo- el azabache subía sus mangas para después mojar el cabello de su secreto amor.
-¿Alguna vez he visto a el Duque?-
-El y usted se conocieron en una reunión para organizar la fiesta de beneficiencia para huérfanos, cabello castaño, ojos azules y alto a mi parecer-
-A de ser muy apuesto- el silencio reinó por un momento en el baño mientras el azabache enjabonaba el cuerpo del azulino -Hagamos una lista de lo que tienen que cumplir en la cita ¿te parece?-
-Es lo mejor, así podrá ser más fácil el calificarlos y elegir a uno-

Ambos iniciaron una pequeña conversación para plantear los requisitos, quedando plasmados de la siguiente forma en la mente del azabache y un pedazo de papel.

° Buena apariencia.
° Atento.
° Buen aroma.
° Modales.
° Conocer algo sobre Ciel Phantomhive.
° Posición aristócrata.

Solo eran seis los requisitos, Sebastian cumplía solo con cinco de ellos, según su criterio con los más importantes, pues al parecer solo le faltaba ser un aristócrata.

-Tu serás el encargado de anotar lo que cada uno tenga-
-Será un placer-
-Asegúrate de que cumplan muy bien con cada uno de ellos-

El joven salió minutos después con una pequeña toalla rodeando su cuerpo, fue vestido por el azabache que intencionalmente rozaba sus dedos con la piel del joven haciendo que este saltara de vez en cuando, una vez listo escuchó el sonido de la puerta.

-Joven amo el Duque ha llegado, lo espera en la biblioteca justo como me lo pidió-
-Gracias Finny- decía el azulino a su joven jardinero -Sabes que hacer Sebastian-

Dicho esto bajó directo a su encuentro con el joven que lo esperaba, al entrar vio como el hombre alto se levantaba rápidamente a su encuentro.

-Es un gusto conocerlo Conde Phantomhive-
-El gusto es mío- el menor fue ayudado por el castaño para sentarse.
-Su biblioteca es demasiado extensa-
-He leído la mayoría-
-Ya lo creo, yo no soy fan de la literatura-
-¿Gusta tomar algo?- decía el menor tocando la campanilla que llevaba hasta la cocina -Seguramente fue un viaje agotador-
-Un poco si, bueno llendo al tema como usted habrá leído en la carta mis intenciones son claras, me parece una persona excepcional...- fue interrumpido por la entrada del mayordomo quien comenzó a servir el té y algunas galletas -Gracias, como le decía he seguido su trayectoria y son maravillosos todos sus logros, sin hablar de su belleza la cual es natural y no encontraría nada parecido en ningún lugar del mundo-
-Gracias por ese cumplido tan halagador- le respondía con una sonrisa la cual se borró casi al instante al ver las acciones del castaño, había tomado antes que el las galletas que tanto le gustaban y empezaba a hablar con la boca llena de comida.
-Disculpe que me entrometa mi señor pero- decía Sebastian entregándole una servilleta -Como caballero que es debió haber dejado que mi amo, al ser un omega, tomara primero las cosas que hay en la mesa, en segundo lugar es asqueroso que un caballero muestre la comida que se encuentra en su boca al hablar-

El castaño por la vergüenza decidió salir sin despedirse del azulino y mucho menos agradecer por haber sido recibido.

-¿Tienes las notas, Sebastian?-
-Por supuesto, pero al final también necesitaré de su opinión-
-Si, solo habla sobre lo que te resultó-
-Como ordene, cumple con la buena apariencia y la posición aristócrata. Le faltaría ser atento ya que no ha traído un obsequio para usted, ni hablar de los modales y su poco conocimiento sobre usted-
-Fue un asco total, pensé que por su apariencia llenaría más de dos-
-Solo falta su opinión respecto a su aroma-
-Nada especial no era muy fuerte y uso uno de esos perfumes con fermonas, solo eliminalo no vale la pena intentar algo-
-Lo mismo pensaba, supongo que actualizaré la lista para que pueda decidir-
-¿Cuántos son, Sebastian? Me gustaría saber que tanto deberé soportar-
-Solo son siete joven amo bueno seis quitando al Duque, ésta semana esta libre así que me dispuse a llamarlos para el transcurso de estos días-
-¿Llamaste a Nina?-
-Por supuesto, llegará en la tarde y se quedará en la mansión para poder ajustar sus trajes-
-Solo espero que valga la pena el gastar tanto y no sean como el Duque-
-¡Señor Sebastian, una mujer entró a la mansión y esta tocando a Mey-Rin!- entraba gritando el jardinero mientras el chef llegaba tras de el.
-Intenté detenerlo para decirle que ambas son pareja y no hay nada de malo- decía con dificultad el rubio más grande.
-Ya vamos- dijo Ciel para casi salir corriendo con el jardinero detrás.
-Así que... Te gusta el joven amo- le decía Bard a Sebastian.
-No es de tu interés-
-¡Lo sabía! Los he visto y creo que el joven amo piensa lo mismo sobre ti-
-¿De qué hablas idiota?-
-Ya sabes, lo mismo que hacia Finny antes de ser mi pareja, ponerse nervioso por cualquier cosa junto a ti, esos sonrojos, querer escapar de tu lado, darte celos sobre todo-
-El joven amo no haría nada de eso, es muy maduro-
-En el amor nunca se sabe, yo he visto que cumplen ambos con todo eso-
-Ve a hacer tu trabajo no te pagan por ser detective-

El azabache salía para ir directo con el menor, del cual seguramente se estarán aprovechando. Entraba al estudio que estaría ocupando la sastre viendo el torso desnudo de su amo que al verlo entrar trato de cubrirse mientras los colores subían por su rostro.

-Se toca antes de entrar señor estirado- le regañaba Nina -mire lo avergonzado que esta el conde.
-No estoy avergonzado, el me viste todos los días-
-¿Entrará en su celo? Si es así yo podría ayudarlo-
-¡No! Yo aun no he tenido ningún celo-
-Eso es extraño, ya es algo grande, pero creo que no tardará por eso intenta conseguir una pareja-
-Supongo que si ¿Cómo lo sabes?-
-Mi querida omega me lo dijo, y ¿cómo debe ser su alfa perfecto?-
-¿Mi alfa? Supongo que tiene que ser muy apuesto, y fuerte, no es como si necesitará algo-
-¿Ya oíste mayordomo? Tienes una oportunidad-
-¡Nunca dije algo así! Yo no digo que seas feo Sebastian, pero aaaa mejor no digo más-
-Nuestro condesito se ha puesto nervioso- decía Nina casi saltando.
-Tampoco es como que pueda casarme con el joven amo-

El azulino se sonrojaba ante lo dicho pues el mayor no negaba que quisiera casarse con el, como lo deseaba.

-Claro que pueden, si demuestran ser destinados-
-P...pero para saber eso no se necesitaria que ¿yo y el?-
-Que gracioso y curioso es usted conde, supongo que bastaría con el típico beso del amor verdadero-
-¡Yo jamás dejaría que el me besara!-

El azulino salía del Salón dejando a solas a Sebastian, Nina y Finny.

-Al menos ya tengo sus medidas, empezaré a trabajar para tener listo el traje lo antes posible-
-Señor Sebastian ¿usted besaría al joven amo? Se nota mucho que el lo quiere-
-El joven amo ya tiene planes en su vida y supongo que no estoy en ellos- el azabache salía igual hacia la cocina donde se encontraba Bard.
-¿Sucede algo Sebastian?-
-¿Recuerdas que te dije que el joven amo citó a varios jóvenes para elegir un prometido?-
-Si ¿tambien quieres participar?-
-¿Crees que podría? Solo soy un mayordomo-
-Cumples con la mayoría de lo que dijiste y si hoy eliminó a ese tal Duque siendo aristócrata, tal vez el haga una excepción contigo si cumples con la mayoría-
-Eres un idiota-






































































†***†***†***†   ★   †***†***†***†

El capítulo más largo que he escrito XD.

Espero les haya gustado, no olviden su estrellita y comentario ese me anima mucho más.

Los amo.

Un pequeño secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora