dulce criatura [larry stylinson]

002. ANTES

—No lo soporto, Louis—dice Johannah con un cigarro en los labios.— Odio mi trabajo.

—Mamá...

—Cuando era joven quería viajar por todo el mundo y conocer gente de todos los lugares... Ahora tengo dos hijos y...—no continúa hablando pero el alfa ha escuchado esta conversación miles de veces.

Johannah está cansada de su vida.

—En fin, tu hermana se va a mudar con Mark a California. Mientras tú y yo nos pudrimos en este agujero... increíble—refunfuña.— Eso es mi culpa—se dice a sí misma.

Louis la ignora, quiere que la omega se calle de una vez y que termine de desayunar para poder lavar el plato. Pero su madre sigue divagando.

—Nunca quise esto.

Ha escuchado esa frase docenas de veces también. Ya casi no duele.

—Es lo que es—le responde el alfa. Decide que se va a ir de una vez por todas sin ayudarle a su madre en la cocina.— Ya me voy, se me hace tarde.

No espera una despedida, ya no espera nada de Johannah. Esas son las consecuencias de tener hijos tan joven, tus sueños se aplastan y tus metas se aplazan, comienzas una vida sedentaria con un alfa que no amas y una vida que odias. Mientras camina hacia LaGuardia, piensa en que Lottie va a irse en unos días, apenas es septiembre y todo apunta a que el resto del año va a ir de mal en peor.

—¡Tommo!—sonríe al ver a Danielle Campbell cruzando la calle y dirigiéndose a él— ¡Hola!—le da un abrazo

—Hola, Dan—caminan juntos el resto del camino, la chica balbucea cosas y de vez en cuando le da ideas para su canal.

Cuando llegan a la escuela, la entrada está vacía, indicador de que van tarde; de igual forma, no apuran el paso y se adentran al edificio con calma.

—Styles realmente te odia, no puedo creer lo divertido que eso hace los vídeos—la chica se recarga en un locker.— Tus seguidores adoran cuando te peleas con él, piensan que es broma—la escucha reírse por lo bajo.

—Es divertido molestarlo, siempre consigo una reacción—se encoge de hombros y saca un libro grueso. Cierra el casillero sin delicadeza.— Me pone de nervios que sea tan... él.

—Solo es así contigo, Lou, toda la escuela lo adora—se paran afuera de la puerta de su salón pero no entran.— Sacas lo peor de él.

—Meh—se adentran al aula y la profesora de Cálculo los observa por encima de sus delgados anteojos.

—¿Quién les dijo que podían entrar? Tienen falta—señaló unos lugares vacíos.— En silencio.

—Si ya tengo falta... ¿puedo salirme?—Louis escucha a sus compañeros ahogar jadeos y unas cuantas risas

—No, tomen asiento.

Pero el alfa se queda en la entrada.

—¿Por qué no puedo irme?

—Tomlinson—la beta se masajea el puente de la nariz y suspira cansada— ¿si te pongo asistencia, guardarás silencio y harás caso?

—Sí—asiente con una sonrisa.

—Toma asiento—el ojiazul camina triunfante a su lugar.

Sabe que es insoportable, pero ha tenido una mala mañana.

—¿Crees que es divertido?—ah, el pan de cada día. Louis se gira hacia Harry y asiente— Eres tan inmaduro, Tomlinson, crece.

—Buenos días, corazón—bate sus pestañas. El omega parpadea sin alguna expresión en el rostro.— ¿Cómo estás hoy? ¿Ya le arruinaste el día a alguien?