Capítulo 16: Un quinteto no es una banda.

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Llegué a la escuela casi jadeando y corriendo como pocas veces corrí antes, y esta vez estaban tanto Ludwig como Kiku esperándome en la puerta. No hacía falta ni que hablaran para ver como con solo sus miradas pedían explicaciones para mi retraso. 

- Feliciano- El autobús llegó tarde...

Dije mientras pensaba que se me iba a petar un pulmón.

- Ludwig- Entonces no se hable más, vámonos con Roderich.

Kiku me sonrió y nos dirigimos los tres a la sala de música. 

Normalmente a la hora de los clubes, los pasillos cerca del aula de música resuenan con melodías preciosas y acompañadas por los aplausos de sus propios miembros al acabar.

Hoy los pasillos daban algo de pena, se añoraban las melodías, no se oía nada, ni un alma.

Llegamos a la puerta del aula y extrañados tocamos para pedir permiso para entrar.

- Chica- ¿ Crees que será algún nuevo candidato?

- Roderich- Oh, mi querida Elizabeta, nada me gustaría más, pero, da por seguro que va ha ser el club de periodismo.

- Elizabeta- No te des por vencido Roddie. Seguro que-

En ese momento la puerta se abrió bruscamente, casi nos estampa a Kiku y a mi, pero con los pocos reflejos que tenemos conseguimos esquivarla. 

Dentro de la habitación solo podíamos ver a seis personas:

La primera era el Líder de la banda del la academia y presidente del club, Roderich Edelstein.

La siguiente era Elizabeta Hedervary, a quien conocía por ser mi tutora en un programa de ayuda de alumnos de segundo a los de primero, para adaptarse al centro y eso, Elizabeta es como mi hermana mayor desde eso.

Las demás personas apenas las conocía, solo me sonaba Toris Laurinaitis, pero porque iba a mi clase, nada más.

- Elizabeta- Ah, pues va ha ser que tenías ra-¡Feli!

- Feliciano- ¡Eli!

Nos dimos un abrazo y continuamos hablando.

- Elizabeta-  ¡Pero mira que has crecido!, un poco más y tendré que llevar tacones para no parecer un elfo cerca tuya.

- Feliciano- No es tanto, jeje. Tu sigues tan bella como siempre.

- Elizabeta- Te agradezco el cumplido Feli, porque espero que no fuese sarcasmo, jeje.

- Feliciano- ¡Nunca se me ocurriría!

Me sonrió y nos invitó a pasar, se veía que los integrantes del club se habían visto en decadencia, pero nunca podría haber pensado que solo quedasen seis.

- Kiku- ¿Estáis hoy todos?

- Roderich- Tristemente sí, y Elizabeta vino a consolarnos un poco.

- Feliciano- Espera, ¿¡ Entonces, sois solo cinco!?

- Roderich- No me lo recuerdes...

Se veía que todos estaban tristes.

- Ludwig- ¿Qué pasó con los demás miembros? ¿ Y mi hermano?

- Roderich- La mayoría de miembros eran de último curso así que se fueron, los demás al ver los pocos que éramos decidieron unirse a otros clubes... En lo que concierne a tu hermano, no lo sé, ni lo quiero saber. Ese impresentable, con perdón, sé fue sin dar explicación.

Dos ojos dos voces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora