Capítulo 3: Yo, Lovino.

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Una brisa tierna me refresca en este día tan caluroso, el sol es cálido pero no quema, y la arena es tan fina que podría ser harina. El sonido de las olas a lo lejos apacigua a mi bestia interior, solo puedo estar calmado,sereno ,feliz. Estoy completamente solo, no tengo que oír nada más que mi propia respiración y el sonido del mar y las aves marinas.

De repente el sol empieza a calentar más, es cálido....

Muy cálido la verdad......

Un poco ardientemente.......

¡ME QUEMAAAAAA!

Me levanto de un golpe, me escuecen los ojos por intentar abrirlos de golpe. Algún bastardo abrió la persiana en vez de intentar despertarme.

- Lovino -Aaaggggggghh pero¿ Qué, quién ha........?

- Rómulo- ¡Buenos días Lovino!

-Lovino-¿A-abuelo?¿ Qué estás...... que rayos haces en mi habitación?

- Rómulo- Anda, anda, no estés de morros Lovi-lovi, vine a despertarte, ¿me harías el favor de levantar a Feli y a Marco también? Es que ya llego tarde.....

- Lovino-No se quien es ese Lovi-lovi.........

Dije mosqueado, y con razón para estarlo. Lleva con ese apodo prácticamente desde que nací.

El abuelo me miró con su cara de cachorro que busca a su mamá, una cara sumamente irritante a decir verdad.

Iba a replicar, pero en ese momento su mirada cambio algo repentinamente a una más seria e imponente así que como todo buen hermano mayor decidí que mejor levantaría "cariñosamente" a mis hermanos.

- Lovino-, vale vale voy.

- Rómulo- Muchas graciaas~.

- Lovino- Sì, lo que sea.

Me levante y pasé al lado del espejo, uggggh que pelos, casi parecían a los de Feliciano. Me peiné, tomé mi móvil y salí bostezando al pasillo. En el corto camino pensé en lo que le haría a Feliciano.....
¿Abrirle también las persianas? No, ese zoquete seguiría dormido igualmente, tirarle un cubo de agua fría, no, no, muy repetitivo, ya lo hice la semana pasada, ¿Decirle que no queda pasta?,no creo que me escuchase.

Llegue a su habitación y abrí la puerta ruidosamente, pero lo único que me encontré al entrar fue a mi dichoso hermano con una irritante mirada de felicidad y baba calléndole por la barbilla.

Pensé un momento en que haría y le saqué una fotografía, Lovino no deja escapar una oportunidad así.

Después guarde las pruebas en mi bolsillo y le llamé..........nada,sin respuesta

-Lovino-¡Feliciano!...............

Nada

-Lovino-¡FELICIANOOOOO VARGAS!

Me enfadé y le tiré de la cama , es la vieja confiable y no tenía muchas ganas de hacer algo elaborado.

Al caerse de bruces se quejó, pero el vago no se dignó ni a levantarse. Después de repetirle varias veces que se levantara le dió la gana de hacerlo, no sin antes hacer su elocuente pregunta de cada día.

- Feliciano - Ve Lovi, ¿Qué haces despierto?

- Lovino-La pregunta es que hacías TÚ dormido a estas horas...... y el abuelo me abrió las persianas para que se me quemarán las retinas al despertarme y me dijo que te levantara.
Ahora mueve tu estúpido trasero a la cocina y prepara el desayuno.

Dos ojos dos voces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora